NAIROBI. El papa Francisco llegó hoy a las 13:34 GMT al aeropuerto de Nairobi, etapa inicial de su primer viaje a África, que además de Kenia le llevará a Uganda y la República Centroafricana.

 

El pontífice fue recibido entre cánticos tradicionales por una delegación de representantes de la Iglesia keniana y del Gobierno encabezada por el presidente de la nación, Uhuru Keniata, con quien mantendrá esta misma tarde un encuentro en la residencia presidencial.

 

Una hora antes de aterrizar, Francisco escribió el siguiente mensaje a través de la red social Twitter: “Mungu abariki Kenya” (Dios bendiga a Kenia, en suajili).

 

Allí asistirá también a una ceremonia de bienvenida y se reunirá con otras autoridades del país.

 

La visita del Papa a Kenia ha sido declarada de alto riesgo ante la permanente amenaza terrorista del grupo yihadista Al Shabab, que durante los dos últimos años ha perpetrado graves atentados en respuesta a la presencia de tropas kenianas en Somalia.

 

Un dispositivo de 10,000 agentes vela por la seguridad en una ciudad que mantendrá cerradas sus principales avenidas durante la mayor parte de esta visita, que se prolongará hasta el viernes.

 

Blindan a África

 

Cerca de 25,000 agentes de Policía -la mayoría de ellos pertenecientes a unidades paramilitares- y 3,000 cascos azules velarán por la seguridad durante la visita del Papa a África, que comenzó hoy en Nairobi.

 

En la capital keniana, el Gobierno estableció un dispositivo de 10,000 policías apoyados por otros 10,000 voluntarios del Servicio Nacional de Juventud, y ha previsto el cierre del tráfico en las principales avenidas.

 

Kenia vive desde hace años bajo la permanente amenaza del grupo yihadista somalí Al Shabab, que ha matado a centenares de personas en decenas de atentados como respuesta a la presencia de tropas kenianas en Somalia.

 

Algunos de ellos fueron especialmente graves, como el asalto de cuatro días a un centro comercial de Nairobi en septiembre de 2013, en el que murieron 67 personas, o el ataque del pasado mes de abril a la Universidad de Garissa, donde hubo 147 víctimas mortales.

 

La amenaza yihadista propició una planificación de los traslados del papa por Nairobi en un vehículo oscuro y blindado, opción que finalmente descartó el propio pontífice, según fuentes del Gobierno keniano.

 

Hace dos días, la multinacional de vehículos encargada de fabricar el papamóvil desveló el modelo a través de Facebook: será prácticamente abierto, con cristal blindado únicamente en la parte frontal y en el techo.

 

El gran despliegue de Nairobi se mantendrá en Kampala, segunda escala del viaje papal y ciudad amenazada también por Al Shabab debido a la presencia de tropas ugandesas en Somalia.

 

Este mismo año, Estados Unidos y el Reino Unido lanzaron alertas conjuntas en dos ocasiones por riesgo de atentado inminente.

 

Según anunció el Gobierno de Uganda, habrá otros 10,000 agentes en sus calles para garantizar la seguridad de la comitiva papal y de los ciudadanos.

 

Pero el punto más peligroso será la tercera y última escala del viaje: la República Centroafricana, un país en estado de guerra por el enfrentamiento entre milicias cristianas y musulmanes.

 

La espiral de violencia comenzó hace dos años y se ha recrudecido durante las últimas semanas, por lo que el Vaticano llegó a plantearse la suspensión de esta escala, algo que también descartó el pontífice.

 

Allí, la seguridad estará en manos de 3,000 cascos azules africanos, cerca de un millar de soldados de diferentes contingentes internacionales y 500 policías locales.