La transformación de Petróleos Mexicanos (Pemex) de un organismo público descentralizado a una empresa productiva del Estado no será tan fácil como los funcionarios del gobierno federal lo han dejado entender con la reforma energética, pues existen varios elementos que no se han discutido en el Senado.

 

Además, el pasivo laboral es otro tema que complicará la modernización de la paraestatal, afirmó Fluvio Ruiz, consejero independiente de Pemex.

 

El pasivo laboral de Pemex ascendió a más de 1.1 billón de pesos en 2013, lo que representa una de las cargas más pesadas para la paraestatal mexicana.

 

La paraestatal tiene una nómina de alrededor de 150 mil empleados y cuenta con un régimen de más de 70 mil jubilados, el cual paga directamente Pemex, ya que el régimen de pensiones de los trabajadores de la empresa no es fondeado.

 

Ayer, 24 HORAS informó que la petrolera mexicana tiene un cargo mayor que las demás empresas del sector en el mundo, porque los sueldos que paga a los trabajadores jubilados son más altos que las compañías extranjeras, además de que Pemex enfrenta directamente este costo debido a que no existe un fondo de pensiones para estos empleados.

 

Cuestionado al respecto, Fluvio Ruiz dijo a este diario que los pasivos laborales sí son un problema para Pemex porque la paraestatal no ha logrado fondear el régimen de pensiones de sus empleados por la carga fiscal que tiene ante las finanzas públicas mexicanas.

 

Sin recursos

 

Por esta razón, consideró que el Estado debería asumir la totalidad de los pasivos laborales de Pemex.

 

“Creo que el Estado tendrá que asumir la totalidad de los pasivos laborales porque si Pemex no ha podido fondear sus reservas laborales ha sido porque no le quedan recursos después de impuestos. El año pasado tuvimos utilidades del orden de 700 mil millones de pesos antes de impuestos y terminó con una pérdida de 170 mil millones de pesos después de impuestos. No hay forma de fondear nada”, explicó.

 

Otros dos elementos complican la modernización de la petrolera mexicana en empresa productiva del Estado.

 

En las leyes segundarias de la reforma energética, señaló, se especificó que a Petróleos Mexicanos se le puede impedir participar en ciertas actividades si éstas entorpecen la libre competencia.

 

“Creo que es la impresión de una creencia de que la ley de competencia soluciona todo como si eso hubiera ocurrido en el sector energético”, expuso Ruiz, por lo que estima que esta decisión de los senadores es inédita porque en otros países las empresas petroleras no han sido castigadas frente a las leyes de competencia.

 

Por otro lado, Ruiz comentó que la inclusión de último minuto de otorgarle la facultad a la Secretaría de Energía de sancionar a empleados del asignatario, en ese caso Pemex, o del contratista que sea una empresa nacional o internacional.

 

“Eso es inaudito. No soy abogado, pero no creo que sea coherente con nuestro marco jurídico”, indicó.

 

Régimen fiscal

 

Otro punto importante que señaló Ruiz es que todavía falta definir el nuevo régimen fiscal de Pemex, porque con la propuesta actual, dijo, conservaría el modelo que tiene.

 

La nueva empresa productiva del Estado continuaría con una enorme carga fiscal, pues tendrá que entregar un dividendo estatal que comenzará a cobrarse en el ejercicio fiscal de 2016.

 

De acuerdo con la Ley de Petróleos Mexicanos, que todavía se discute en San Lázaro, el monto sería, como mínimo, el equivalente a 30% de sus ingresos, además de los impuestos que generen Pemex y sus empresas subsidiarias; este monto se reducirá para los siguientes ejercicios hasta alcanzar 15% en 2021 y desaparecerá en 2026.

 

“El régimen fiscal, si no se cambia, va a ser una carga tremenda para Pemex. El pasivo laboral requiere una solución porque éste se debe a que a Pemex se le reprimió fiscalmente durante décadas”, expresó Ruiz.

 

 

Los trabajadores

 

En cuanto a los empleados de Pemex y sus privilegios incluidos en los contratos colectivos, Ruiz aseguró que con la reforma no habrá cambios en sus salarios y sus derechos se mantienen.

 

Sin embargo, las modalidades especiales que se incluyen en los nuevos contratos salariales que el sindicato y Pemex firmaron recientemente, buscan que Pemex pueda negociar salarios y prestaciones para contratar mejor a jóvenes y mano de obra especializada y poder competir contra empresas internacionales en el momento de la contratación de personal.

 

“Lo que me preocupa es esta disposición según la cual los operadores del sector de hidrocarburos no van a repartir utilidades. Creo que eso, a mi juicio, sin ser abogado, tiene vicios de inconstitucionalidad”, dijo Ruiz.

 

Actualmente, Pemex ofrece bonos y otras prestaciones a sus trabajadores para compensar el hecho de que los organismos públicos no pueden pagar utilidades.

 

Los ausentes de la reforma

 

Los contornos precisos de Petróleos Mexicanos como empresa productiva del Estado se definirán en la Cámara de Diputados, consideró Fluvio Ruiz, consejero independiente de la petrolera.

 

Señaló que las leyes secundarias de la reforma energética aprobadas en el Senado tienen que ver principalmente con el sector petrolero en su conjunto y se estableció una nueva arquitectura institucional de la industria de hidrocarburos.

 

En entrevista con 24 HORAS, Ruiz afirmó que los senadores omitieron tres elementos importantes.

 

Primero, la Ronda Cero, que será la base del inicio de Pemex para su futuro en el mediano y largo plazo como empresa productiva del Estado, no ha sido modificada por los senadores, es decir que se mantiene la discrecionalidad de la Secretaría de Energía establecida en la reforma energética para determinar las áreas que la paraestatal conservará y en donde podrá compartir su actividades con otras empresas.

 

“La Ronda Cero es un ausente y eso es preocupante en muchos temas porque a Pemex se le solicita una serie de informaciones y obviamente esta información no está regulada en ninguna parte. Ni siquiera se prevé que la Comisión Nacional de Hidrocarburos tenga las condiciones mínimas, es decir, los recursos humanos, técnicos, financieros, los protocolos de seguridad necesarios para tratar esta información”, criticó Ruiz.

 

Además, no se ha presentado ninguna medida para incentivar la ciencia y la tecnología, una de las motivaciones de la reforma para que Pemex adquiera y utilice tecnologías modernas.

 

“No hay discusión ni reflexión en torno de lo que deben ser los institutos del sector: Instituto Mexicano del Petróleo, Instituto Nacional de Energía Nucleares e Instituto de Investigación Eléctricas. Lo único que viene en la iniciativa es una fracción que se pone en el artículo 58 de la Ley Federal del Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria en la cual se establece un máximo de 50 mil millones de pesos para la investigación en el sector de los hidrocarburos”, manifestó.

 

Otra ausencia es el tema de seguridad nacional, especialmente en el momento en que Ucrania y Europa han experimentado amenazas por Rusia en cuanto al suministro de gas natural y otros energéticos.

 

“Nadie se pregunta realmente si necesitamos meter algo de seguridad nacional en la reforma”, afirmó.