El gobierno de la República decidió reabrir el diálogo con el magisterio inconforme y, en coordinación con legisladores y partidos, ofreció el Congreso de la Unión y el Pacto por México como espacios de negociación pero sin paralizar la reforma educativa.

 

Lejos de detenerse, autoridades y fuerzas políticas analizan dar curso a la Ley General del Servicio Profesional Docente, mediante la cual se haría obligatoria la evaluación  para asegurar la calidad de la enseñanza y contra la cual se moviliza la disidencia.

 

Bajo esta condicionante, y en busca de desactivar el conflicto provocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), los encuentros se darán hoy en tres pistas:

 

A las diez de la mañana en el Senado de la República, con la participación de todas las bancadas; a las seis de la tarde en la Cámara de Diputados con la ausencia de Acción Nacional (PAN) y posteriormente, al caer la noche, en el seno del Pacto.

 

Esto sin cerrar los canales de comunicación con el gobierno federal y en especial con la Secretaría de Gobernación (Segob), donde el pasado fin de semana hubo encuentros con miras a resolver el conflicto.

 

En todos los foros, confirmaron a 24-HORAS fuentes oficiales, el planteamiento de hoy será inalterable: la reforma educativa va en todos sus términos, pero se darán plenas garantías a las plazas y los derechos de los profesionales del sistema educativo nacional.

 

Sobre las mismas bases, agregaron los informantes, dialogaron altos funcionarios de la Segob, encabezados por su titular, Miguel Ángel Osorio Chong, con una representación de la CNTE el fin de semana pasado.

 

En aras de la conciliación, señalaron Osorio Chong y el subsecretario Luis Miranda, se detuvo la Ley General del Servicio Profesional Docente. En contraste, se aprobaron en el período extraordinario las leyes General de Educación y del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE).

 

De aquel encuentro surgió la intervención de Osorio Chong ante la Cámara de Diputados para recibir a una representación de la CNTE este lunes a las 18:00 horas en San Lázaro. Los maestros acordaron antes acudir, a las diez horas, ante la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado de la República.

 

Osorio Chong les transmitió otro mensaje: no ha habido endurecimiento por parte del gobierno porque “hay toda la voluntad para escucharlos” y el diálogo se mantendrá siempre que no se traspasen los límites.

 

Simultáneamente, los tres partidos firmantes del Pacto por México –el Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional  (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD)- anunciaron su disposición a reunirse con una representación de la Coordinadora para escucharlos.

 

-¿Cuál será la tónica del diálogo, dado que han ido muy lejos los maestros en sus protestas? –se le preguntó a un representante panista. Respondió:

 

-Por todas las vías se les busca convencer de que la reforma educativa no va contra los trabajadores, sino por la calidad. Se les insistirá en que están garantizados sus derechos y que no habrá despidos a partir de la evaluación, como se les ha hecho creer.

 

Los cambios en la enseñanza, agregó, se estarán viendo en cinco o seis años. En ese tiempo muchos de los maestros actuales se habrán jubilado o estarán por hacerlo, y quienes continúan en activo tendrán varios años para prepararse y hasta tres exámenes para calificar.

 

“Y quienes no logren pasar, no serán despedidos. Podrán ser reubicados en áreas administrativas o de servicio hasta alcanzar su jubilación. Esa es una de las grandes bondades de la reforma”, agregó.

 

En otro orden, el fundador del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, exhortó a las autoridades a agotar “todas las posibilidades del diálogo y no ejercer la represión”.

 

“La fuerza no es opción”, escribió el tabasqueño en Twitter.

 

México detiene alerta de viaje contra el DF

 

El gobierno de México logró llegar a un acuerdo con las autoridades norteamericanas para evitar que se lanzara una alerta de viaje contra la capital del país, donde la metrópoli nacional hubiera sido calificada como una ciudad riesgosa para los ciudadanos de Estados Unidos.

 

Las pláticas se llevaron a cabo entre funcionarios de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el Departamento de Estado norteamericano, con el objetivo de suspender la inclusión del Distrito Federal en el listado de 19 entidades federativas consideradas por el gobierno estadounidense como focos rojos en territorio nacional.

 

Entre los argumentos presentados por el Departamento de Estado, se encontró la presencia significativa de grupos del crimen organizado y los altos niveles de violencia, dos situaciones que han afectado a varios ciudadanos norteamericanos que residen o visitan por motivos turísticos la capital mexicana.

 

En declaraciones a la prensa, funcionarios de la SRE dijeron haberse enterado de que el gobierno de Estados Unidos recibía reportes de sus asesores sobre las condiciones de seguridad en territorio nacional, mismos en los que se advirtió sobre la necesidad de incluir al Distrito Federal en los destinos bajo alerta. REDACCIÓN