Muy lindo Huatulco, sin duda. Pero la mayoría de los gobernadores salieron molestos del evento.

 

Primero, porque el anfitrión de la LI reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), el oaxaqueño Gabino Cué, no supo llevar las riendas del encuentro.

 

Luego porque su sucesor al frente de la Conago, Graco Ramírez, tampoco supo poner orden en la sesión.

 

Y por sobre todo lo anterior, porque el mandatario de Chihuahua, el panista Javier Corral, “se pasó de listo” y “puso en peligro” la continuidad de las reuniones y la asistencia del Presidente de la República a estos encuentros.

 

Según refieren asistentes al evento de los gobernadores –en el campo de golf de la zona hotelera de Huatulco, el viernes pasado–, la reunión previa con el secretario de Gobernación tuvo como principal tema el desafío que significa para México y los mexicanos la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos.

 

Miguel Ángel Osorio Chong conminó a los mandatarios a manifestar su apoyo a los migrantes y llevar a cabo acciones para apoyarlos; y estar atentos a las acciones que, desde EU, pudieran afectar plantas o empleos en sus estados. Todo ello, desde sus propios gobiernos, como acciones federadas.

 

 

Hasta ahí, todo bien.

 

Pero llegó la hora de la reunión con Enrique Peña Nieto, y todo se salió de control.

 

Como se recordará, es norma que a la sesión de los 32 mandatarios con el Presidente se lleven a la mesa únicamente los temas que fueron aprobados –y ¡por unanimidad!– en la sesión previa.

 

 

Llevar y controlar esa situación le corresponde al presidente en turno de la Conago.

 

Bueno, pues resulta que esta vez cada quien salió con lo que quiso, sin haberlo siquiera consultado en el encuentro previo. Y el caso que más irritó fue el de Corral, pues se apropió del micrófono y se la pasó hablándole a Peña Nieto de la deuda en su estado. Denuncia y cobranza a la vez.

 

Gabino (Convergencia) no intervino para poner orden. Graco (PRD) tampoco.

 

 

Los priistas estaban negros del coraje. Y con eso de que cada vez son menos numerosos en el mapa nacional, están que no los calienta ni el sol. Hay incluso quienes quieren desaparecer la Conago.

 

La ética de los gobernadores.- Para añadirle sal a la herida, el coordinador de los senadores perredistas, Miguel Barbosa, advirtió que la Conago no ha hecho nada ante escándalos de corrupción de algunos de sus integrantes, tanto de gobiernos concluidos como de otros que se encuentran en funciones y que han sido señalados en hechos de corrupción.

 

Es el momento de preguntarse cuál es la utilidad ética de la Conferencia de Gobernadores y de que esta instancia realice una revisión crítica de los objetivos y alcances de su organización, indicó.

 

Hasta hace poco –apuntó Barbosa–, los entonces mandatarios de Sonora, Nuevo León, Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo asistían a la Conago y firmaban declaraciones, pero ahora sus administraciones son acusadas de delitos de corrupción, desvío de recursos y lavado de dinero.

 

¿Qué ha hecho la Conago para combatir la corrupción? ¿Hasta dónde los mandatarios estatales están dispuestos a garantizar gobiernos transparentes y honestos?”, cuestionó.

 

GEMAS. Obsequio del presidente de la Concanaco, Enrique Solana, ante los resultados del Buen Fin: “A pesar de la situación por la que atraviesa el país, los mexicanos salieron a comprar”.