XALAPA. Todavía está fresco en la memoria el acto público en donde el gobernador de Veracruz, Javier Duarte, regaló una caña de pescar al senador Héctor Yunes Landa a propósito de su cumpleaños, con el único objetivo de ridiculizar las declaraciones que había hecho en días pasados el legislador, en el sentido de atrapar a los peces gordos.

 

En ese acto, Duarte habría intentado amedrentar al senador con la broma pesada, al sugerirle que mejor practicara la pesca en un estero cercano, en donde se ubica la residencia de su primo panista Miguel Ángel Yunes Linares, acérrimo enemigo del grupo político del gobernador de Veracruz.

 

Yunes Landa se retiró de aquel acto sumamente molesto, para después enviar con un colaborador cercano la caña de pescar a Casa Veracruz, en donde vive Javier Duarte y su familia. El mal chiste le costó al gobernador la furia de Héctor Yunes, quien a partir de ese momento rompió todo trato con el mandatario estatal, a quien a través de varias entrevistas le envió fuertes advertencias del mal manejo de los recursos públicos.

 

Parecería que el presidente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, por cierto amigo cercano desde hace varios años de Héctor Yunes, habría ponderado con quienes cabildea las decisiones de las candidaturas que quien jugara por Veracruz debía ser el más alejado del actual gobernador, Javier Duarte.

 

Muy a pesar de los vientos en contra, la obsesión de Duarte fue tratar de imponer a un candidato cercano a él, como Alberto Silva, el todavía presidente estatal del PRI, quien fue impulsado para hacer a un lado a los senadores José y Héctor Yunes, los que eran verdaderos finalistas para ser abanderados.

 

No conforme con invertir fuertes cantidades de dinero en la promoción de su delfín, apenas el 30 de noviembre del año pasado, es decir hace poco más de un mes, Duarte de Ochoa le habría confiado a un grupo de periodistas, durante una comida, con la clara intención de que se publicara dicha plática:

 

“En el tema de la sucesión me dijo (Peña Nieto): ‘Javier, nunca me has fallado, pero esta es la decisión más importante de tu vida, no te puedes equivocar’, con lo cual me está dando la gran responsabilidad.

 

“El Presidente me tiene una estima que la siento en los hechos. Nunca he tenido un no del Presidente. Todo lo que le he pedido siempre me ha dicho que sí.

 

“Estoy dejando que todos caminen y corran en esa ruta, viendo cómo se va desarrollando la cuestión. Hay otros con los que tengo diferencias, pero al final del día comulgamos en la misma capilla.

 

“Dejo que todos participen, no estoy siendo obstáculo. Está la carrera interna y en enero se determinará quién va a participar, y eso de las encuestas es una mama…. La encuesta es una fotografía del momento, pero se tienen que tomar en cuenta también otros factores, quién genera consenso.

 

“Como líder moral (el Presidente) ha sido muy generoso conmigo.

 

“Tengo una ventaja que es una gran responsabilidad: soy el único amigo veracruzano que tiene el Presidente. Esa es una gran responsabilidad”.

 

Sin embargo, ni ser el presunto mejor amigo veracruzano del Presidente, ni todo lo que invirtió a manos llenas Duarte de Ochoa, inclusive a horas de la decisión final, sirvieron para evitar que el candidato del PRI al gobierno de Veracruz fuera un verdadero “anti Duarte”.

 

Héctor Yunes, un día después de ser confirmado como virtual candidato del PRI por Veracruz, reiteró que las finanzas públicas del estado están en terapia intensiva y recordó que hay muchos pendientes por resolver, de manera especial, dijo, los serios problemas en materia de seguridad.

 

Y todavía falta la confirmación del otro “anti Duarte”, el candidato por la alianza PAN-PRD, que todo apunta será Miguel Ángel Yunes Linares.