Es de llamar la atención que el jefe del Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera Espinosa, haya propuesto dividir la Ciudad de México en cuatro zonas para que, con el apoyo de los jefes delegacionales, se pueda tener mucho más visibilidad de los “focos rojos” de inseguridad.

 

¿De verdad el Gobierno del Distrito Federal no tiene visibilidad de estos focos rojos? Me preocuparía sobremanera que la respuesta fuera: “No, no tenemos visibilidad y por eso esta propuesta”. Eso sería reconocer que la administración capitalina carece de estrategias eficientes de inteligencia.

 

Pero me preocuparía todavía más si la respuesta fuera: “Sí, sí tenemos visibilidad de estos focos rojos y esta iniciativa busca combatir con mayor fuerza la delincuencia”, porque ello confirmaría que a pesar de tener la información los grupos criminales operan cobijados por la colusión e impunidad de autoridades, incluyendo delegados.

 

A principios de año me robaron un automóvil en la Delegación Álvaro Obregón. Justo en la calle Juventino Rosas casi esquina Insurgentes, en la Colonia Guadalupe Inn. El incidente fue a las 16:30 horas. La persona a la cual le quitaron la camioneta fue secuestrada y liberada 45 minutos más tarde en la colonia Mixcoac.

 

En lo que la persona que sufrió esta experiencia me contactó y llegó conmigo pasaron 90 minutos. A las 18:00 horas fuimos a la Delegación a levantar el acta. Por cierto, lamentables las instalaciones de esta delegación.

 

Por haber sufrido golpes, la persona a la cual le quitaron la camioneta pasó al médico legista. Al filo de las 19:00 horas una mujer policía nos pidió los generales del auto para alertar a las patrullas. Dos horas tardó el proceso de levantar el acta.

 

¡Sí, a las 7:00 pm la policía empezó la búsqueda de un auto robado a las 4:30pm! A esa hora el coche podría estar fácilmente fuera de la jurisdicción de la autoridad capitalina.

 

El agente de la compañía de seguros me dijo algo que llamó mi atención: “Nosotros ya tenemos un patrón de incidencia de robos de coches: Pegan hoy en la colonia Guadalupe Inn, mañana en La Florida o en Las Águilas y así se van moviendo…”.

 

¿Por qué una compañía de seguros tiene la capacidad de analizar la estadística y concluir que el modus operandi de los robacoches se basa en una suerte de “carrusel” y el Jefe delegacional no?

 

La inseguridad en esta Ciudad al igual que en el país es un fenómeno desbordado debido a la grotesca impunidad que ha denostado la imagen internacional del país y, por consiguiente, la reputación del ciudadano mexicano en el mundo.

 

La iniciativa del Gobierno capitalino de dividir en cuadrantes la Ciudad de México para combatir la delincuencia, no es que esté mal, pero ¿qué no Andrés Manuel López Obrador, exgobernador del Distrito Federal, pagó una millonada de dólares del presupuesto público a Rudolph Giulliani, otrora alcalde de Nueva York, para realizar una propuesta de combate a la delincuencia y vandalismo?

 

¿Qué no era una iniciativa esperada desde el inicio de su mandato? ¿Por qué no involucrar a la ciudadanía a señalar ineficiencias, incompetencias, ineptitudes, omisiones y corrupción asociada a los jefes delegacionales? Los ciudadanos sí sabemos dónde están los “focos rojos” en el Distrito Federal y no entendemos por qué algunos delegados alegan que no tienen presupuesto para mejorar las demarcaciones tanto en seguridad como en apariencia.

 

Cada vez es mayor la animadversión, el desprecio hacia gobernantes obstinados con el poder, o hacia jefes delegacionales incompetentes y corruptos, la ciudadanía está empezando a imaginar cómo trascender la exigencia de cuentas a una amenaza de acción legal contra funcionarios y servidores públicos corruptos que ven a la impunidad como un lucrativo negocio de muchos millones de pesos.

 

Sí, el Distrito Federal se divide en cuadrantes para eficientar la lucha contra el crimen. Pero la ciudadanía está en el cuadrante del hartazgo observando acciones y esperando resultados… Ah y señalando a esos delegados o servidores públicos corruptos, los cuales utilizan el maquillaje del despotismo y la prepotencia para ocultar su incompetencia y estupidez.

VENTANA

 

Los ciudadanos sí sabemos dónde están los “focos rojos” en el Distrito Federal y no entendemos por qué algunos delegados alegan que no tienen presupuesto para mejorar las demarcaciones tanto en seguridad como en apariencia