Los expertos en nutrición han dicho, desde hace años, que el desayuno es la comida más importante del día por ser la que dará la energía necesaria para toda la actividad que se realizará. Sin embargo, la gran mayoría de las personas no desayuna de manera adecuada, lo que repercute en su desempeño.

 

Debido a las demandas de la rutina diaria, las personas suelen saltarse el desayuno o comer algo ligero. Ya sea por ir a trabajar, salir anticipadamente por el tránsito, llevar a los niños a la escuela o ir a entrenar, entre tantas otras razones. Sin embargo, este hábito puede ser nocivo para la salud. Por ello, la experta en nutrición Rocío de la Loza comparte cuáles son los cinco errores más comunes que cometemos a la hora de ingerir ese primer alimento del día:

 

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  • Saltarse el desayuno

 

Debido al ritmo de vida de las grandes ciudades, muchas personas consideran que van a perder peso al no desayunar porque están reduciendo el número de calorías diarias. Sin embargo, esta decisión provoca que se coma más en el resto de comidas del día. “Si tienes prisa o estás viajando, se puede preparar un licuado que contenga proteína, como el que incluye leche de coco, plátano, aguacate y quinoa inflada para tomarlo en el camino”, explica Río de la Loza.

 

  • Dejar fuera carbohidratos complejos y fibra

 

Los tubérculos y los granos enteros deben formar parte de un desayuno saludable, mientras que los cereales aportan vitamina B y minerales como el hierro, además de favorecer la buena digestión al contener fibra dietética y reducen el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.

 

  • No incluir proteína

 

Un desayuno equilibrado debe contener “una cuarta parte de proteínas de alta calidad, ya sea de origen animal o vegetal”. Por ejemplo, recomienda el compuesto por una tortilla de vegetales mixtos con un pan de trigo integral, una taza de fresas y una infusión de hierbabuena.

 

  • Tomar un desayuno pequeño e incompleto

 

Un desayuno completo contiene verduras y frutas, proteínas de alta calidad, carbohidratos complejos y grasas saludables como nueces, semillas o aceite de oliva, elemento fundamental de la dieta mediterránea. En el caso de realizar ejercicio por la mañana, podrían tomarse unas barritas de granos enteros que le dé al organismo de carbohidratos complejos, fibra y aminoácidos esenciales.

 

  • Incorporar grasas trans, sal y azúcar

 

“La combinación letal es grasas trans con azúcar refinada, porque eso eleva los niveles de glucosa en sangre y se convierte en grasa que nuestro cuerpo acumula típicamente en cadera y abdomen”, apunta Río de la Loza, quien subraya la importancia de beber un vaso de agua al despertarse y otro con el desayuno, y no únicamente limitarse al clásico café.