WASHINGTON, DC.- Estados Unidos vivió este martes una jornada política, de proporciones históricas, con el acoso presidencial a su incipiente Procurador general, bajo el argumento de “poca lealtad” y la invasión de manifestantes en el pleno del Senado, tratando de frenar el debate para la revocación del Obamacare.

 

Luego de 3 días de humillantes ataques en entrevistas y en su cuenta de Twitter, que no tienen precedentes en la historia de Estados Unidos contra un Procurador General, surgiendo “poca lealtad y baja eficiencia”, el presidente Donald Trump intensificó su ofensiva que espera culmine con el nombramiento de Ted Cruz o Rudy Giuliani al mando del Departamento de Justicia.

 

“Estoy decepcionado del Procurador General, no debió excusarse, debió decirme antes de tomar esa decisión y yo simplemente habría nominado a alguien más; creo que eso no fue justo para el Presidente ni para la Presidencia” dijo Trump, en conferencia de prensa, junto al Presidente Libanés Saad al-Haririen en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca.

 

Adicionalmente, Trump dijo que el Procurador Jeff Sessions “ha asumido una actitud muy tibia en el caso de los crímenes de Hillary Clinton; “dónde está la investigación?”, dijo, lo que de inmediato generó una enérgica respuesta de críticos y simpatizantes del Presidente.

 

Docenas de senadores republicanos cuestionaron los ataques e intenciones de Trump, que de acuerdo a analistas, en realidad busca a un Procurador que destituya al Fiscal Especial Robert Mueller, quien comenzó a investigar sus relaciones de negocios con Rusia y sus declaraciones de impuestos de los últimos años.

 

Y que inicie un proceso de investigación criminal contra Hillary Clinton, por los 33 mil emails perdidos, con apoyo de Brian Benczkowski ex representante del Alfa Bank, de Rusia, estrechamente ligado al Presidente Vladimir Putin, a quien nominó como Jefe de la División Criminal del Departamento de Justicia.

 

Pero sus ataques contra Sessions tuvieron una inmediata y agresiva respuesta, tanto de críticos del Presidente Trump, como de simpatizantes. Los senadores Rob Portman, John Cornyn, Thom Tillis, Richard Selby o Mike Lee coincidieron en calificar a Sessions como “un hombre de integridad, por quien sienten un profundo respeto.”

 

“Los comentarios del Presidente Trump son altamente inapropiados y una amenaza para el imperio de la ley”, dijo el senador republicano Lindsey Graham, de Carolina del Sur.

 

“Las decisiones procesales deben basarse en la aplicación de hechos en la ley, sin traza de motivación política”, advirtió; “hacerlo de otra forma, es navegar contra las más nobles tradiciones de Estados Unidos, de separar la ley de la política, sin importar el partido”, asegurando que Sessions es una de las personas más decentes que ha conocido en su vida política.

 

La presión para despedir al Procurador vienen de Anthony Scaramucci, nuevo director de Comunicaciones de la Casa Blanca, así como de Kellyanne Conway, Sarah Huckabee y de Jared Kushner e Ivanka, quienes insisten en que Sessions “no fue leal”, al hacerse a un lado de la investigación sobre la injerencia rusa en la elección de EU.

 

Steve Bannon, asesor presidencial enfatizó en que despedir a Sessions “es un movimiento de alto riesgo, que podría colocar a la Casa Blanca en el centro de una luz negativa y eventualmente desencadenar un desastre político”.

 

Los más influyentes senadores y congresistas republicanos y demócratas condenaron el acoso al Procurador Sessions, igual que organizaciones conservadoras que acusaron a la administración Trump de hipócrita, ya que, dicen, hizo a un lado la promesa campaña de investigar y en su caso procesar a Hillary Clinton, lo que sólo mencionó como argumento en el intento de despedir a Sessions.

 

Adicionalmente, organizaciones como el Family Research Council, la Asociación Nacional de Sheriffs, los Patriotas del Partido del Tea, el Instituto de Sociedad Conservadora y corporaciones policiacas advirtieron que despedir al Procurador Sessions, erosiona aún más la confianza en el gobierno de Trump.

 

Otro evento histórico este martes, fue el intento de bloqueo del inicio del debate para la eventual revocación del Obamacare, en el Pleno del Senado, donde los republicanos, sólo con el apoyo del vicepresidente Mike Pence, en su calidad de Presidente Protempore del Senado, aprobaron el procedimiento por apretado margen.

 

El debate fue abierto por el influyente y respetado Senador por Arizona, John McCain, ex candidato presidencial, quien dijo, está de acuerdo en el debate pero no en la propuesta para remplazar Obamacare.

 

Conminó a sus correligionarios a buscar coincidencias, respetando diferencias, a no escuchar ni a la prensa ni a políticos que vayan en contra de los intereses de sus representados y a centrarse en la función de la Cámara Alta, con razón e inteligencia, lo que tuvo en respuesta una larga ovación de sus compañeros republicanos y demócratas.

 

John McCain fue diagnosticado con un tumor en el cerebro, sometido a una intervención en días pasados y, rompiendo su convalecencia, acudió a emitir su sufragio con ese mensaje de concordia.

 

Cerca de ahí, en la Cámara Baja, Jared Kushner acudió a su cita con el Comité de Inteligencia del Senado, donde permaneció durante más de dos horas respondiendo preguntas de los legisladores, que al final, manifestaron que fue una “reunión productiva” sobre la que no quisieron abundar.

 

Paul Manafort acordó comparecer ante el Comité de Inteligencia del Senado para hablar de los encuentros con rusos en que participó y entregar documentos. El Comité Judicial del Senado también busca coordinar una reunión similar en breve.

 

“Mientras el presidente acusaba a los medios de información de difundir ”fake news”, Kushner en su declaración confirmó múltiples historias de los diarios The Washington Post y The New York Times sobre la petición de una línea directa de comunicaciones con el Kremlin, sus reuniones con el embajador Sergey Kislyav y con Sergey Gorkov, cercano a Putin y director del Banco de Desarrollo de Rusia, dijo el Congresista demócrata Jim Himes.

 

En los próximos días se espera más movimientos en el gabinete de Trump, con la posible salida de Reince Priebus, como Jefe de Gabinete, eventualmente Steve Bannon y la posibilidad de que en un futuro cercano Rex Tillerson, abandone el Departamento de Estado.

 

caem