MADRID. La Policía española informó hoy de la desarticulación de una red de narcotraficantes con conexiones con el crimen organizado en México, Colombia y con la mafia rusa, en una operación en la que detuvo a 10 personas y se incautó de 100 kilos de cocaína.

 

La red, dirigida por una mujer, Ana María Cameno Antolín, llamada la “reina de la coca”, había montado una estructura para blanquear cientos de millones de dólares en productos financieros con la ayuda de abogados y “traders”, según informó hoy la Policía en un comunicado.

 

La banda, a la que también se ha requisado una pistola con silenciador y varios automóviles de alta gama, tenía una rama dedicada al blanqueo del dinero obtenido de la droga, compuesta por expertos abogados del ámbito mercantil y fiscal y gestores que, según la Policía, podría haber negociado con productos financieros por un valor superior a los mil millones de euros, según la nota.

 

En concreto, tres personas conocedoras de los circuitos financieros internacionales y sus ramificaciones en paraísos fiscales se repartían las tareas de tal manera que una de ellas diseñaba las operaciones, con contratos legales “ad hoc” para dar una apariencia lícita al dinero mediante sociedades instrumentales.

 

Otra de ellas colocaba el dinero en instrumentos financieros sofisticados que estaban amparados en esos contratos y una tercera hacía circular los productos por distintas entidades financieras en paraísos fiscales como Suiza, Panamá o Belice.

 

En una ocasión, llegaron a manejar un cheque de 300 millones de euros, que estaría financiado con activos subyacentes conectados por datos a las mafias rusas, a las que habrían recurrido en otras operaciones de compensación con carteles colombianos.

 

Los agente encontraron documentación que acredita la intervención de este grupo en la negociación de bonos internacionales, de “commodities” (materias primas) como petróleo y garantías bancarias por importes de 500 millones de euros, 350 millones de euros y 200 millones de euros, respectivamente, todos ellos con financiación dudosa y percepción de comisiones que escapaban a Hacienda.

 

La cabecilla, junto a su pareja, contaba con varios inmuebles como infraestructura para el tráfico de estupefacientes en las provincias españolas de Cádiz, Madrid y Valladolid.

 

Ana María Cameno Antolín está vinculada a otras dos operaciones policiales desarrolladas en 2011 y que permitieron desmantelar el mayor laboratorio clandestino de procesamiento de clorhidrato de cocaína de Europa. DE