El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, ya no esconde su interés en ser gobernador de Nuevo León, pero afirmó que por el momento su compromiso está totalmente con el presidente Enrique Peña Nieto porque se preparó toda la vida para ese puesto que considera como una gran distinción en su carrera.

En entrevista con 24 HORAS, el funcionario neoleonés afirmó que el 2014 será un año cargado en términos económicos, pues el gobierno mexicano trabaja actualmente en la implementación de las reformas estructurales aprobadas en 2013.

 

Por esta razón tendrá un agenda “bien llena” y las giras internacionales iniciarán de nuevo esta semana al acompañar al presidente Peña Nieto al Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, que dará el paso a la difusión internacional de estos cambios para atraer nuevas inversiones extranjera al país, luego de que el mandatario decidió no ir este evento en 2013 porque prefirió esperar un año para “tener una historia que contar”.

 

También México busca profundizar con Canadá y Estados Unidos el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que 20 años después de su entrada en vigor el 1 de enero de 1994, necesita ser actualizado a las realidades actuales, especialmente en cuanto a la energía, para que la región sea más competitiva en el mundo.

 

A finales de este mes, el secretario también acompañará al presidente a Cuba, durante una visita oficial a esa nación con el objetivo de impulsar las relaciones comerciales y buscar nuevas posibilidades de inversión con la recienta apertura iniciada por el presidente Raúl Castro.

 

Luego, irá a Cartagena de Indias, Colombia, para firmar el acuerdo comercial de la Alianza del Pacifico, el 10 de febrero.

 

También tiene previstos varios encuentros con los representantes económicos de Canadá y Estados Unidos en febrero, en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte, en Toluca, además de seguir con las negociaciones para lograr la firma del Acuerdo de Asociación Asia-Pacifico (TPP, por sus siglas en inglés) prevista para abril.

 

Y se prevé la firma del Tratado de Libre Comercio con Panamá durante el primer trimestre de este año, posiblemente en marzo, pues Guajardo considera importante concluir la negociación lo más rápido posible para que el país centroamericano pueda incorporarse a la Alianza del Pacífico, integrada por México, Colombia, Perú y Chile.

 

Aquí fragmentos de la charla con Ildefonso Guajardo.

 

—Se dice que usted tiene el interés de presentarse para la gubernatura de Nuevo León, pero que por el endeudamiento del estado no se va a presentar. ¿Qué puede decir al respecto?

 

—Diría que actualmente tengo una gran responsabilidad. Me preparé durante muchos años en mi vida en este sector. Para mí es un motivo de distinción el nombramiento que me ha hecho el presidente. Tengo muchas cosas por hacer. El señor presidente tiene una gran agenda para el 2014 en este sector y yo estaré dedicado todo mi tiempo a ello.

 

“Hacia el momento, hasta cuando las decisiones se tengan que tomar en mi estado por parte de los mecanismos de mi partido que toma estas decisiones, pues como neoleonés estaré atento a ese proceso por el aprecio y cariño que le tengo a Nuevo León y en su momento eso pasará a hasta el 2015. Por lo pronto, mi compromiso es al 100% con el Presidente de la República en el cargo que tengo en esta Secretaría”.

 

—Se dice también que los problemas económicos que tiene el país se deben a la situación financiera que dejó Felipe Calderón. ¿Cómo evalúa la situación?

 

—Creo que el tema del país, digamos, la desaceleración que enfrentamos tuvo más que ver con la dinámica en los mercados internacionales, que con la transición de gobierno en ese sentido, pero la verdad es que no es un tema sobre decir hay un mayor endeudamiento, no hay un menor endeudamiento. Los análisis son muy específicos en esa área. Creo que más bien es el diseño de las estrategias y políticas públicas que nos están ayudando a tomar una nueva perspectiva.

 

—Secretario, usted fue parte importante del equipo que negoció el TLCAN. 20 años después de que entró en vigor este tratado, ¿cuáles fueron los dos temas que mejor funcionaron y los dos que no?

 

—Partimos de una premisa fundamental, que el TLC no fue sólo el primer tratado de libre comercio de esa envergadura a que México se incorpora, sino que a nivel global, creo que fue paradigmático este tratado porque abrió el mensaje de que el libre comercio se puede establecer aún entre economías con distintos grados de desarrollo. Eso es bien importante, porque inclusive la mentalidad de inicio de aquella negociación, había algunas voces que decían que el imperialismo iba a apabullar y a dominar a un país menos desarrollado como México y la historia nos ha demostrado que realmente este tipo de acuerdos puede darle condiciones muy soberanas, viabilidad a una economía regional para integrarse y para generar beneficios muy positivos a todos los involucrados.

 

“Como en todo, cuando economías que tienen distinto grado de cierre que se integran, hay distintos sectores que tienen grandes posibilidades de beneficios y hay sectores que, obviamente, para cierto tipo de integración pudieran tener una mayor dificultad de ajuste en el tiempo. Por ello, se usa la gradualidad en este terreno y sabíamos hace 20 años que uno de los sectores más difíciles era el sector agropecuario, pero sobre todo aquél que estaba fundamentado en los granos y los oleaginosas, donde los sistemas de cultivo en Estados Unidos eran de grandes extensiones, de economías escalas muy importantes. En el caso de México, dado la historia del proceso de la propiedad de la tierra, del sistema ejidal, de la parcialización, pues tenían menores posibilidades de economías escala. Por eso se utilizaron diferentes tiempos de desgravación para permitir el ajuste en el tiempo.

 

“En esta revisión de estos 20 años, lo que se puede decir es que sin duda el esquema de integración manufacturera rebasó las expectativas y generó oportunidades y cadenas de valor realmente importantes para México a escala global.

 

“El éxito de la industria automotriz, el surgimiento del clúster aeroespacial, la fortaleza de la industria de tecnología de información y de la industria electrónica son grandes elementos formadores de la economía mexicana. Pero al mismo tiempo, se da un ajuste en algunos sectores de la economía mexicana e inclusive en el sector agrícola diría que el sector productivo primario habría que diferenciar. Tuvimos un gran avance. Hoy en día exportamos una cantidad importante de tomate a Estados Unidos que alcanza prácticamente 500 millones de dólares. En el sector de frutas y hortalizas hubo grandes ventajas en la proveeduría en América del Norte.

 

“El problema no tanto ha sido algo que se previó en el tratado de libre comercio con una larga fase de desgravación, sino la falta de intervención del gobierno mexicano para poder facilitar y financiar la adecuación y la transformación del sector agrícola a nichos de mejor competencia. Eso es una responsabilidad interna en la planeación misma de la política pública en el periodo de ajuste. Por eso la Secretaría de Agricultura y el Ejecutivo anunciaron una reforma integral en el sector agrícola para adecuarlo a las condiciones de integración global.”

 

—Ahora los tres países hablan de potenciar el TLCAN sin tener que reabrirlo. Están diciendo que se profundizará con el TPP, pero también muchos analistas dicen que el tema de energía va a ser lo que sigue para los próximos 20 años para la región. ¿Cuál es el plan para el futuro de la región?

 

—El sector de la energía da, a través de la innovación tecnológica y los nuevos descubrimientos de tecnologías de gas shale, un reposicionamiento de América del Norte en el terreno energético global.

 

“Esto representa una gran oportunidad para darle mayor competitividad a la industria manufacturera de América del Norte. Al estar en suficiencia energética, la región de América del Norte nos llevaría a una posición competitiva a nivel global que sin duda nos daría una ventaja importante.

 

“Esto conjuntamente con otras ventajas, puede reposicionar el sector industrial de América del Norte porque nosotros tendremos acceso a energía más competitiva y abundante. ¿Por qué? Porque tenemos también centros de innovación en América del Norte fundamentales, obviamente los más avanzados son los de Estados Unidos; porque tenemos un bono demográfico en México que contribuye al fortalecimiento de América del Norte de una manera significativa; y porque estamos conjuntamente abriendo nuevos mercados.

 

“El tema de energía es un parteaguas en la historia de la competencia en el mundo. Por eso la coordinación de nuestras estrategias en este sector tan relevante es fundamental y sobre todo la conectividad de fronteras para poder compartir los mercados en el caso de la electricidad, del gas, es fundamental. México va a necesitar en el próximo año y medio comprar mucho gas a Estados Unidos, mientras nuestras propias fuentes con la reforma empiezan a ser suficientes y por eso estamos construyendo la infraestructura necesaria para mover el gas a México”.

 

—Hablan también que el TPP va a servir justamente para potenciar más a la región y al TLCAN. El TPP se debía de aprobar en diciembre pasado, pero al final se pospuso y podría ser aprobado para el mes de abril de este año…

 

—Como toda negociación, se ponen objetivos para poder llevar la dinámica con un gran impulso. Una negociación siempre tiene elementos que no están todos bajo control y que te pueden mover las fechas. Sin embargo, la dinámica que tomamos en Singapur nos da elementos para decir que estamos en posibilidades reales de lograr en el primer cuatrimestre un cierre de este acuerdo y estaremos trabajando para alcanzarlo.

 

—¿Cómo se va a usar el TPP para potenciar al TLCAN?

 

—Diría que el hecho de que Canadá, Estados Unidos y México forman parte del TPP, nos da la oportunidad de poder actualizar aquello que hace 20 años en el TLCAN no era relevante o no formaba parte de la dinámica. Temas como comercio electrónico, todo el esquema de pequeñas y medianas empresas e incluso algunos temas que han quedado de alguna manera desfasados como es el caso de la discusión de la propiedad intelectual, donde ha habido desarrollos de tecnología y otros temas que hace 20 años no existían.

 

“El mecanismo de negociación del TPP nos va a permitir llegar a acuerdos que van a complementar lo que México, Canadá y Estados Unidos firmamos en el momento del TLCAN y nos va a permitir como región integrarnos a una región de mayor dinamismo actualmente, en el mundo que es Asia. Entonces es complementario a lo que hicimos hace 20 años”.

 

—Vienen el próximo mes el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a la Cumbre de Líderes de América del Norte que se realizará aquí en México. ¿Concretamente que se va a hacer con los mandatarios?

 

—La Cumbre de Líderes de América del Norte es una reunión de los presidentes y el primer ministro de Canadá para definir la agenda estratégica de América del Norte y contiene temas muy diversos. Uno de ellos compete en las responsabilidades de este gobierno, que es el tema del comercio e inversión y competitividad.

 

“Sin duda la agenda tiene que ver con cómo podemos potencializar la competitividad de América del Norte a partir del gran éxito de la integración productiva en la región, cómo podemos facilitar las fronteras, facilitar el comercio, mejorando las prácticas aduaneras, alineando nuestras estrategias de desarrollo de infraestructura y comunicaciones para el movimiento de mercancías y personas.

 

“Cómo podemos homogeneizar normas y estándares para que los sectores productivos que, operando integralmente en América del Norte, no enfrenten requisitos diferenciados entre los países y poder bajar los costos de transacción y operación.

 

“Hay muchas acciones que nos pueden permitir mejorar la competitividad en esta región del mundo.

 

“También incluye temas de promoción de inversión. Nuestras agencias van a firmar —y seré testigo cuando venga la secretaria Penny Pritzker— un convenio entre la agencia de promoción de Estados Unidos y ProMéxico para hacer promoción conjunta en el extranjero en la región de América del Norte”.

 

—¿Cómo se puede mejorar la competitividad de la región? ¿Qué idea tiene México al respecto?

 

—Nuestro proyecto de infraestructura logística, tenemos que compartirlo con nuestros socios para ver si estamos empatando en los puntos de contacto de frontera en el movimiento de mercancía, o sea, nuestros puertos, nuestros aeropuertos, nuestras carreteras, nuestros puntos de cruce fronterizo.

 

“Es una parte operativa muy práctica para el movimiento de mercancías. Los procesos aduaneros que tenemos regionalmente también tienen que ser revisados. Existe un comité que se tiene que fortalecer e impulsar para toda la parte que es la homologación de normas y estándares en América del Norte para poder facilitar los esquemas de integración. Son cosas prácticas que forman parte de la agenda”.

 

—La posibilidad de que construyan un tren de alta velocidad entre Estados Unidos y México (primero entre San Antonio y Monterrey y luego hasta Oklahoma y el Distrito Federal), ¿qué impacto puede tener para la economía del país?

 

—Esto es un ejemplo concreto de estos temas de coordinación logística. Sería muy interesante el tren de alta velocidad entre dos países que conecta ciudades que ya de por sí están económicamente interconectadas. Sería de un gran impacto. Como el mismo proyecto del aeropuerto binacional de Tijuana y San Diego, que de alguna manera puedes tener vuelos que estén operando desde un aeropuerto que tenga un procedimiento aduanal migratorio integrado que te permita la facilidad de volar a Tijuana y utilizar vuelo de conectividad que desarrolla California, en el lado norteamericano. Es un tipo de medidas que debemos de estar pensando para el futuro.

 

—Para Nuevo León principalmente, ¿qué impacto puede tener ese tren?

 

—Es un proyecto de muy alto impacto. Creo que sería un gran impulso para la integración binacional entre ciudades que han estado complementándose económicamente de manera importante. Sería un proyecto de gran impacto.

 

—En China se están haciendo redes de tren de alta velocidad para interconectar las principales ciudades industriales del país. ¿México tiene un plan similar a eso con la integración de la nueva red de tren para pasajeros que quieren hacer o todavía no están viendo esta posibilidad?

 

—No. Sin duda, hoy en día, las decisiones en materia de infraestructura y comunicaciones no se pueden tomar en forma aislada, se tienen que tomar en forma de un plan integral.

 

“Nosotros hicimos un estudio con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en materia de plataforma logística para lo que tiene que ver con el movimiento de mercancías. Se tiene que analizar el movimiento de personas, se tiene que analizar nuestra conectividad como centro de operación transnacional entre Asia, Europa, América del Sur y América del Norte.

 

“En ese sentido, los proyectos tienen que estar alineados con la estrategia de esta naturaleza. Si vas a modernizar una carretera como la de Durango-Mazatlán para conectarte en la frontera hacia la exportación, tienes que asegurarte que eventualmente el puerto de Mazatlán tenga las capacidades para poder jalar en ese puerto el movimiento de mercancías que esa carretera puede soportar. Entonces todas esas decisiones tienen que ser simultáneas y no aisladas. El conjunto de trenes para la movilidad de personas, todo está pensado en forma integral.”

 

—En cuanto al comercio exterior, ¿cuál es el objetivo del gobierno federal para el sexenio?

 

—Básicamente, tradicionalmente, una parte importante de nuestro crecimiento en los últimos años está asociado con el motor exportador.

 

“Por lo menos las dos terceras partes están asociadas con ese motor. Para nosotros sin duda va a ser muy importante no sólo fortalecer el impacto que tenemos del sector externo a través de la promoción de nuestra exportación, de la apertura de nuevos mercados como lo estamos haciendo con el TPP, y la expansión y profundización con los mercados que tenemos a través de la profundización del acuerdo con Europa para potencializar y fortalecer este motor, pero al mismo tiempo poner mucho énfasis en el nuevo programa de desarrollo innovador 2012-2018, poner mucho énfasis en la política industrial para poder incorporar mayor valor en nuestras cadenas de exportación y eso para poder darle mayor fortaleza y menos vulnerabilidad a la parte interna de la economía.

 

—¿Qué impacto tendrán las reformas estructurales en la economía mexicana?

 

—El común denominador desde el punto de vista del secretario de Economía de las reformas tiene que ver con un concepto básico de permitir difundir, ramificar los beneficios que ha tenido la incorporación de México a la globalidad del libre comercio, poderlo distribuir en mayor número de regiones en México que hasta ahora no han tenido grandes beneficios, poderla integrar a esa región a ese proceso.

 

“Eso se va a lograr a través de la reforma financiera, la energética, la reforma de competencia, y también que jugadores de diferentes tamaños, pequeñas y medianas empresas, puedan beneficiarse de ese esquema de integración global a través de tener energía más barata, mayor acceso al crédito, mayor competencia entre insumos que utilizan sus sistemas de producción, a través de mayor competencia en los mercados.

 

“El común denominador de las reformas: vienen a democratizar el acceso a mayor productividad a través de dar instrumentos a jugadores que tradicionalmente no han podido integrarse a procesos productivos de alta eficiencia”.

 

—¿Cómo está preparando el terreno el gobierno para promover esas reformas para atraer más inversión extranjera al país?

 

—El presidente Enrique Peña Nieto ha sido muy claro en indicarnos que nuestra principal tarea al arranque del año es la implementación de las reformas secundarias y el poder procesar el trabajo regulatorio de estas reformas y su implementación.

 

“Las reformas constitucionales son los cimientos del edificio. El edificio se empieza a construir con las reformas secundarias y con todo el esquema de aplicación de las reformas y es a partir de ahí que simultáneamente estamos arrancando el proceso de la transformación de México y ha sido muy difundido por muchos medios internacionales, pero la presencia del presidente Enrique Peña Nieto en Davos va a ser como el punto de lanzamiento de la difusión internacional de las reformas. Hace un año, el presidente decidió no ir a Davos porque prefirió esperar un año y tener una historia que contar”.

 

—En ese sentido, ¿cuáles son los sectores que pueden ser potenciales para las exportaciones? ¿Van a seguir con lo mismo, es decir, con la industria automotriz y la manufactura, o tienen ya otros planes?

 

—El programa de desarrollo innovador en materia de promoción y política industrial marca tres sectores principales: los sectores maduros tradicionales que están sujetos a un proceso de modernización (sector textil, sector calzado, mecánica), los sectores dinámicos que han tenido un gran éxito (sector automotriz, sector aeroespacial, sector electrónico) que requieren un impulso y una profundización de sus cadenas de valor, y los sectores emergentes que son los que México está empezando a explorar a nivel internacional como el tema de aparatos en el sector de la salud, es decir todo lo que es la parte de producción de instrumentos en el sector salud y que México es un proveedor importante en el mercado norteamericano, pero todavía tenemos mucho por hacer.

 

“También hay otros sectores que con las reformas van a empezar a evolucionar de manera muy dinámica: el sector de las telecomunicaciones, tecnologías de la información que ha estado de manera importante, pero que todavía tiene mucho por desarrollar”.

 

—El año pasado, muchas empresas criticaron fuertemente al gobierno por los nuevos impuestos que se están dando con las reformas. Al parecer ahora ya no están criticando tanto. ¿Cómo ha manejado la situación el gobierno con las empresas para callarlas?

 

—El jueves precisamente, el presidente tuvo una reunión con el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios. Lo componen 39 empresas de las más importantes del país. Sin duda, la reforma no fue fácil y había de esperarse, a nadie le gustan los impuestos. Sin embargo, el tono el jueves fue un tono muy de visión de largo plazo. El discurso consideró que había que analizar las reformas en forma integral como un paquete de acciones que de alguna manera se fortalecen entre sí y tienen sentido en el contexto de todo el paquete.

 

“Lo que el presidente habló con los empresarios y que es el mensaje para los empresarios extranjeros, es que debemos de tener un acuerdo de estabilidad fiscal. Lo importante en materia de política fiscal y lo ha dicho el secretario de Hacienda, es mandar señales de certidumbre y de estabilidad en el largo plazo y creo que eso es lo que el sector privado espera y es exactamente lo que vamos a atender. Lo que demanda el sector es que las reglas no varíen todo el tiempo y entonces su planeación se esté viendo afectada constantemente. La idea es que una vez que se haga este gran esfuerzo, lleguemos eventualmente a un acuerdo de estabilidad fiscal.”

 

—En cuanto a la seguridad en el país y a la violencia que estalló en Michoacán y la presencia de autodefensas en ese estado y en Guerrero, ¿le preocupa la situación del país para la inversión, ya que el presidente pidió hablar bien de México para mejorar la imagen que tiene en el exterior?

 

—Afortunadamente, los inversionistas tanto nacionales como extranjeros han tenido la capacidad de detectar que el país muestra diferentes condiciones en su territorio.

 

“Afortunadamente, los problemas críticos de inseguridad se han focalizado en un número muy contado de territorios, de estados y la mayor parte del país goza de cierta estabilidad.

 

“Cuando analizas la situación de Querétaro, de Yucatán, de Aguascalientes, inclusive la mejoría en los estados de la frontera, los inversionistas son muy sofisticados para tomar sus decisiones y contemplan esas condiciones diferenciales.

 

“Como lo demuestran las cifras de avances hasta septiembre de inversión extranjera directa por más de 32 mil millones de dólares, afortunadamente el impacto no ha sido crítico, la inversión ha fluido, los compromisos de inversiones y los anuncios han sido abundantes. Sí hay dos o tres estados que han mostrado condiciones diferentes, pero afortunadamente son los menos”: