DAMASCO. El régimen del presidente Bachar al Asad y los rebeldes sirios se acusaron de manera mutua de dos ataques “con bombas de cloro” en un suburbio de Damasco y en la provincia de Hama, que causaron al menos siete muertos y decenas de intoxicados.

 

La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFROS) acusó al régimen de Al Asad de los dos ataques, en las últimas 24 horas, “con bombas de cloro” en Harasta, un suburbio de Damasco, así como en Kfar Zeita, en Hama.

 

“Siete muertos y gran cantidad de intoxicados tras ataques con cloro en Harasta y Kfar Zeita, entre ellos algunos niños”, denunció Badr Jamous, secretario general de la CNFROS, que agrupa a la mayoría de las facciones opositoras.

 

La televisión estatal acusó al Frente al Nusra, grupo ligado a la organización Al Qaeda, de haber “lanzado cloro tóxico matando y provocando sofocamientos a más de 100 personas”.

 

Además advirtió que los rebeldes están listos para “atacar Wadi Deif, en la provincia de Idlib, así como Morek, en la provincia de Hama, con cloro tóxico o gas sarín”.

 

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una amplia red de activistas en el terreno, precisó que aviones del régimen sirio bombardearon Kfar Zeita con barriles de explosivos que produjeron un humo denso, causando muertes, sofocamiento y envenenamiento”.

 

En agosto de 2013, un ataque con armas químicas cerca de la capital Damasco dejó al menos mil 400 muertos, acción del que Estados Unidos y sus aliados lo atribuyeron al régimen sirio, que negó toda responsabilidad.

 

Pese a su negativa, el régimen sirio aceptó un mes después destruir su arsenal químico tras un acuerdo entre Estado Unidos y Rusia que evitó una intervención militar estadunidense en Siria.

 

Ayer el presidente sirio, afirmó que se ha producido un “giro” en el conflicto de su país a favor del régimen en el plano militar y social tras las últimas victorias frente a los rebeldes. En declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Sana, Al Asad explicó en un discurso en la Universidad de Damasco que “hay un giro en la crisis a nivel militar por los logros continuos que están logrando las Fuerzas Armadas en la guerra contra el terrorismo”, del que acusa a los grupos opositores armados.

 

Además, destacó que también se ha registrado un cambio social, ya que “ha aumentado la conciencia popular sobre lo de que de verdad está sucediendo en el país”.

 

 

A pesar del sangriento conflicto que asuela Siria desde hace tres años, parece que los comicios se celebrarán este año, ya que el mandato de Al Asad expira el próximo 17 de julio y, según la Carta Magna, debería haber elecciones entre 60 y 90 días después. El presidente en el cargo desde el año 2000, ya ha asegurado que no ve impedimentos para presentarse a la reelección.