Cinco legisladores de la oposición demócrata expresaron hoy su inquietud por el posible conflicto de interés de un acuerdo millonario que negocia Jared Kushner, yerno y asesor del presidente de EE.UU., el republicano Donald Trump.

 

Kushner Companies, empresa inmobiliaria de la familia Kushner, se encuentra en conversaciones con la aseguradora china Anbang en relación con un edificio de oficinas que posee en la Quinta Avenida de Manhattan (Nueva York).

 

Según medios estadounidenses, la familia del yerno de Trump podría ganar hasta 400 millones de dólares en esa operación, que afecta al edificio 666 Fifth Ave, situado cerca de la Torre Trump, oficina y residencia del mandatario en la campaña electoral de 2016.

 

Los senadores Elizabeth Warren, Tom Carper, Sherrod Brown, Gary Peters y el representante Elijah E. Cummings manifestaron hoy su preocupación en cartas enviadas al secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, y la Oficina del Abogado de la Casa Blanca.

 

En un comunicado, los legisladores expresaron “inquietud sobre posibles conflictos de interés que resultarían de semejante transacción, además de sus implicaciones potenciales para la seguridad nacional”.

 

Pese a que Kushner dimitió como consejero delegado de la compañía familiar, los demócratas argumentan que el negocio, de completarse, “presenta un claro conflicto de interés” para el yerno del presidente.

 

“Los documentos hechos públicos -afirman- no aclaran completamente cómo Kushner se ha desvinculado de sus intereses empresariales y si esa desvinculación es completa”.

 

“Faltando estos documentos, es imposible determinar hasta qué punto el señor Kushner o su familia inmediata pueden beneficiarse de la venta a Anbang”, agregan los legisladores.

 

El yerno del presidente, marido de su hija mayor, Ivanka Trump, ocupa en la actualidad un puesto como asesor sénior en la Casa Blanca, donde se codea con el jefe de gabinete, Rence Priebus, y con el estratega jefe, Stephen Bannon.

 

Los contactos entre las dos empresas se han conocido mientras la Casa Blanca prepara la primera reunión de Donald Trump con el presidente chino, Xi Jinping, prevista para abril.