El cantante griego Demis Roussos falleció este fin de semana en Atenas a los 68 años.

Foto: Especial
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Recordado por sus éxitos de la década de los 70 que le generaron una carrera internacional y lo volvió un referente. En 1973 Roussos era una estrella del pop en toda Europa.

roussos
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Nacido en Alejandría, Egipto, a este músico de singular estampa: barba tupida, cabellera larga, y siempre ataviado con túnicas se le recuerda por su voz “de terciopelo”.

 

Las señas de su identidad casaban perfecto con su tranquilidad y una sencillez que promulgaba desde sus canciones de amor, tan tópicas como pegadizas sus melodías.

 

 

Canciones como Forever and ever, Goodbye my love, Goodbye, traducida al español como Adiós amor, adiós, Lovely lady of Arcadia lo hacen un referente para los defensores del kitsch mediterráneo. Y como olvidar Velvet mornings (Triki, triki, mon amour).

 

Acompañado de un leve chasquido de dedos, el cantante puso al mundo entero a bailar al ritmo de “triki, triki, triki, triiiki, triki, Mon Amour, triki, triki, triki, triiiiii“. Canción que volvió un himno y cantó en griego, inglés, francés o español, entre otros idiomas.

 

 

 

Su look también era una locura. Al borde de la obesidad y maquillado se destacaba como un hombre sexy y absolutamente viril.

 

Un poco de disco, un poco de pintoresquismo griego, un poco de canción melódica italiana, un poco de ‘glam rock‘ son los géneros que lo destacaban.