Cuando asistían a un servicio religioso dominical en un templo baptista de una pequeña localidad de Texas, 26 personas murieron y 20 resultaron heridas debido a los disparos que un hombre hizo con un rifle de asalto semiautomático.

 

Apenas el 1 de octubre, otro tirador mató a 58 personas en un concierto en Las Vegas, la mayor cantidad de víctimas en un tiroteo masivo en la historia moderna de Estados Unidos.

 

En una rueda de prensa en San Antonio, el gobernador de Texas, Greg Abbott, confirmó la cifra de víctimas mortales y dijo que el tiroteo ocurrido en el templo First Baptist Church, en Sutherland Springs, es “la peor matanza registrada en la historia del estado”.

 

Aunque las autoridades no revelaron el nombre del atacante, varios medios estadounidenses lo han identificado como Devin Kelley, un hombre blanco de 26 años que murió después de una breve persecución y enlutar a esta población de menos de 500 habitantes.

 

Las autoridades señalaron que las edades de las 26 víctimas oscilan entre los 5 y 72 años de edad, una de las cuales es Annabel Pomeroy, la hija de 14 de años del pastor de la iglesia, Frank Pomeroy, quien se lo confirmó a ABC News.

 

Hasta ayer se desconocía si el atacante pereció por disparos de la policía o se quitó la vida, y solo se informó de que vestía completamente de negro y portaba un chaleco antibalas. Las autoridades investigan si pertenecía a una organización terrorista o criminal.

 

El fiscal general de Texas, Ken Paxton, informó a Fox News que hay un número aún mayor de heridos.

 

El cajero de una gasolinera situada al otro lado de la calle del templo señaló a CNN que escuchó unos 20 disparos “en rápida sucesión mientras se realizaba un servicio religioso” a las 11:30 hora local.

 

“Estamos en shock”, manifestó a Univision el representante demócrata por Texas Vicente González, quien subrayó que Sutherland Springs es una pequeña localidad de “gente buena” donde nunca había pasado nada parecido.

 

Luego del tiroteo se desplegó una fuerte presencia policial, incluido el FBI, así como personal médico que transportó a varias personas a dos hospitales vecinos, uno de ellos militar.

 

El presidente Donald Trump, quien se encuentra de gira en Japón, dijo ayer que estaba siguiendo desde allí la situación en el pueblo de Sutherland Springs.

 

“Que Dios esté con el pueblo de Sutherland Springs, Texas. El FBI y las agencias de la ley están sobre el terreno. Estoy siguiendo la situación desde Japón”, escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter desde Tokio, donde eran poco más de las 5:00 hora local.

 

“Nuestros pensamientos y oraciones están con todos los amigos y familiares afectados. Que Dios les proporcione consuelo en este momento de tragedia”, indicó en un comunicado Sarah Huckabee Sanders, portavoz de la Casa Blanca, y quien agregó que Trump había hablado por teléfono con el gobernador de Texas, Greg Abbott.

 

La comunidad internacional tambioén externó sus condolencias a las víctimas y se solidarizó con el Gobierno y los ciudadanos de Estados Unidos.

 

 

Tragedia por armas en EU

– Del 1 al 5 de noviembre se ha registrado 52,316 incidentes con armas de fuego

– Han dejado 13,139 muertos y 26,930 heridos

 

Texas

– 5 de noviembre, murieron 26 personas

– El atacante: Devin Patrick Kelley, un joven de 26 años de edad. Murió

– Residía en la comunidad de New Braunfels, al noreste de San Antonio

– Escapó de la escena en un vehículo

 

 

Nevada

– El 1 de octubre, murieron 59 personas.

– Aún se desconoce el móvil del agresor, Stephen Paddock, un jubilado y apostador que presuntamente se suicidó, después del ataque.

– Congresistas revivieron la necesidad de una legislación para controlar la venta de armas, derecho defendido por la Asociación Nacional del Rifle, que además ha financiado campañas de republicados, incluido Donald Trump

 

 

 

*edición impresa 24 Horas

 

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