El padre y defensor de los derechos de los migrantes, Alejandro Solalinde calificó como “una tristeza y una pena” que el gobierno mexicano “no quiera cambiar” y que se haya valido de “prácticas corruptas, viejas y mañosas” como la siembra de armas y de drogas para poder detenerlo.
En entrevista luego de entregar una petición de intervención en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el sacerdote defendió al ex vocero de las autodefensas y lo calificó como “una persona muy querida, muy respetada que se sabe que no es una persona violenta y que, personalmente, nunca ha tenido armas”.
Cuestionó las declaraciones hechas por el comisionado para la seguridad y el desarrollo integral en el Estado de Michoacán, Alfredo Castillo, quien supuestamente afirmó que Mireles desafió al Estado por andar armado, cuando se comprometió en mayo pasado a no portar ningún arma.
“Es palabra contra palabra, y todos los que defendemos algo estamos de alguna forma desafiando al sistema, con esto, quién sigue, sigo yo o quién sigue, porque no nos vamos a callar”, advirtió.
Solalinde Guerra acusó que el gobierno en lugar de ver los secuestros, homicidios, extorsiones y la situación de los migrantes, cuyos derechos son violados en el país, sólo pretende callar “a los que decimos lo que pensamos”.
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