La decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de ordenar la destitución del jefe delegacional en Venustiano Carranza, Israel Moreno, por la inejecución de una demanda laboral que data del año 2000, resulta deleznable e improcedente.

 

No es la primera vez que una situación así se presenta, los jefes delegacionales Valentín Maldonado y Avelino Méndez, de Coyoacán y Xochimilco, se enfrentaron a situaciones similares y tuvieron que ampararse por acciones que no sucedieron en sus administraciones. Es urgente que la SCJN revise el caso, principalmente si se considera que los jefes delegacionales son electos por la vía de voto secreto y directo de los ciudadanos.

 

Asimismo, se debe tomar en cuenta que en el Estatuto de Gobierno de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, en su artículo 108, sólo considera el procedimiento de remoción por causas graves que se enumeran en las fracciones del mismo artículo, y dispone que será el jefe de Gobierno o la Asamblea Legislativa la autoridad única para promoverla.

 

En el Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática (PRD) cerraremos filas para apoyar a nuestro compañero Israel Moreno; es por eso que ayer, durante la comparecencia de la secretaria de Gobierno, Patricia Mercado, en el recinto legislativo, le pedí apoyar en lo necesario al jefe delegacional, además de coadyuvar en la intermediación de una figura política en defensa de una persona que fue electa conforme al voto popular y a la voluntad de la gente de Venustiano Carranza, porque no puede destituirse a este funcionario por un laudo.

 

En un caso como éste debemos dejar de lado la ideología o el partido político al que pertenecemos, pues con este tipo de laudos se violenta la soberanía popular a la que representamos.

 

Muchos de los que ahora somos diputados hemos ocupado los cargos de jefes delegacionales, y sabemos lo que significa heredar problemas de gobiernos pasados a causa de una mala administración, lo cual no debería afectar al gobierno en turno, como es el caso de Israel Moreno.

 

Habría que recordar a la SCJN que no estamos en los periodos de las regencias de la ciudad, cuando los titulares en las demarcaciones territoriales eran designados con el beneplácito del Jefe del Ejecutivo; hoy es el pueblo el que decide quién los gobierna y así deberá permanecer.