Ver a los diputados federales abandonar ayer el recinto de San Lázaro para ir a sesionar a una sede alterna, tras una apurada instalación del Congreso, es la confirmación más clara de la terrible debilidad que afecta a las instituciones del Estado mexicano. Así como el gobierno federal es incapaz de resolver uno solo de los conflictos sociales que se agravan en varias partes del país, ahora otro poder, el Legislativo se doblega ante la violencia de grupos de presión que, con apenas “una probadita” -como dijeron ellos- asustaron a los congresistas que huyeron y abandonaron la plaza.

 

La decisión de abandonar el recinto parlamentario es una pésima señal en un momento en el que el descontento popular y las protestas de varios grupos de presión se radicalizan y amenazan con desbordarse ante la incapacidad de los gobiernos. Los políticos demagogos dirán que “es una muestra de prudencia”, que fue una “decisión responsable”; pero en los hechos, la CNTE y otros grupos radicales que ya se le suman, como los Normalistas de Michoacán, ganaron al exhibir a un Poder débil y que tiene que sesionar a hurtadillas.

 

Si ya estos grupos han doblegado a gobernadores, al gobierno federal y algunos hasta han sometido y humillado al mismo Ejército mexicano, ahora avanzan y se fortalecen al arrinconar al Congreso y obligarlo a huir de su sede.

 

Si no se tiene la fuerza ni la decisión como gobierno, entonces para qué el secretario de Gobernación, Miguel Osorio, propuso a los dirigentes de los partidos en la mesa del Pacto por México incluir una Ley como la del Servicio Profesional Docente, que no estaba concensuada con todas las bancadas. Porque fue el gobierno de Peña Nieto el que incluyó en la agenda parlamentaria esa Ley para ser reglamentada cuando aún no estaban los acuerdos necesarios.

 

Sabían que esa ley detonaría las protestas de la CNTE y así la agendaron. Pero lo más delicado es que al parecer el contenido de esa Ley reglamentaria no sólo inconformó a la CNTE por el sistema de evaluación que cancela las plazas a maestros que reprueben exámenes, sino que había en su contenido otra propuesta que hizo brincar también al SNTE. En el artículo 84 de la citada Ley se proponía modificar la actual relación contractual entre el gobierno federal y los estados con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación; la redacción proponía pasar de una relación laboral como la actual a una nueva relación administrativa, lo que suponía la desaparición del SNTE y la posibilidad de crear nuevas asociaciones de maestros.

 

Esa propuesta motivó que el lunes pasado, de emergencia, llegará a Los Pinos el dirigente del SNTE, Juan Díaz de la Torre, para frenar el intento de desconocimiento de la relación contractual con los maestros. Cuentan que fue el mismo presidente Peña Nieto quien se comprometió a revisar el tema que alarmó al dirigente magisterial y que es parte del trasfondo que desató tan violento rechazo a la discusión de esa Ley que ya fue trasladada al periodo ordinario.

 

¿A qué genio de Los Pinos, de la SEP o tal vez hasta de la Secretaría de Hacienda se le pudo ocurrir semejante intento de albazo a los maestros? Seguramente a alguno que no sabe que para tomar decisiones de tal envergadura se requiere fuerza y decisión como gobierno, algo que le empieza a faltar a esta administración ¿O no dijo el martes el presidente que nadie haría rehén a la reforma educativa?

 

NOTAS INDISCRETAS… Justo cuando se confirmó la caída de la economía mexicana, el presidente Enrique Peña Nieto salió ayer al quite para anunciar una inversión de ocho mil millones de dólares en el sector turístico del país en los próximos meses. Al instalar el llamado Gabinete Turístico, el presidente habló de generación de empleos y aumento en la capacidad y calidad del sector con las millonarias inversiones. Esa es una de las apuestas de Peña ante el sombrío panorama económico y, para lograrla, el Presidente la puso en mano de sus mariscales del Turismo, la secretaria Claudia Ruiz Massieu y el director de Fonatur, Héctor Gómez Barraza, quien junto al presidente del Consejo de Promoción Turística, Rodolfo López Negrete, serán dos elementos clave en la estrategia lanzada ayer por el Presidente. Veremos si el turismo puede ser uno de los motores que saque a flote a la alicaída economía nacional… Ruedan los dados. Serpiente.