El primero que “puso el grito en el cielo” por el proyecto del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017 fue el jefe de Gobierno de la “City”. Y no es para menos, pues el Ejecutivo federal no contempló ni un peso al Sistema de Transporte Colectivo (Metro), al Fondo de Capitalidad no lo consideraron y recortaron en casi 70% el Fondo Metropolitano, entre otros tijeretazos.

 

Pero lo que más “calentó” a Miguel Ángel Mancera fue la risita socarrona del secretario de Hacienda cuando presentó el mencionado documento. ¿De qué se ríe el señor Meade? Espetó aquél. “A mí, en lugar de risa, me preocupa, y mucho, el presupuesto”, agregó. No es justo que no se destinara un solo peso para las Líneas 9,12 y A del Metro, y que se hayan recortado otros rubros. Eso es no cumplir con un compromiso que se estableció, reclamó.

 

Y tiene razón Mancera, pues por un lado son muchas las necesidades de los nueve millones de habitantes de la “City” (más los 11 millones de la población flotante) como para no asignarles un quinto más en el presupuesto del próximo año. Por otro lado, son muchos los peligros que amenazan el futuro político del jefe del Gobierno, quien en los cuatro años de su administración “se la ha jugado” con el Gobierno federal.

 

¡Ay, la ingratitud!

 

En contraparte, a quien por lo menos le hicieron una buena promesa, aunque falta que se la cumplan, fue al procurador de Justicia capitalino, Rodolfo Ríos Garza, quien salió de la Tercera Reunión Plenaria del Grupo Parlamentario del PRD en la Asamblea Legislativa, con la garantía de que se le ampliará el presupuesto para que haga frente al Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio. Aunque en la Ciudad de México viven casi nueve millones de habitantes, la Procuraduría de Justicia capitalina atiende a los casi 20 millones que se suman todos los días con la población flotante.

 

Para 2017, las necesidades de la ciudad, en materia de procuración de justicia, serán del orden de los 12 mil 899.84 millones de pesos (119.2% de incremento).

 

¡A ver si no le hacen de chivo los tamales!

 

AGENDA PREVIA

 

Paradojas de la vida. Mientras se anuncia que la inversión pública y privada en materia de telecomunicaciones ha crecido en los cuatro años de esta administración, y que mantendrá esta tendencia, hay empresas que prefieren dar un paso atrás. Megacable es el mejor ejemplo de ello al tomar la decisión de bajar costos de operación en detrimento de sus suscriptores. Por más que se empeñen en justificar que la “desconexión” de 14 señales de Televisa Networks es a causa de que estos canales no son favorecidos por la audiencia, lo cierto es que Megacable tomó esta decisión porque le resulta oneroso el contrato, y no está dispuesto a mantener la oferta que prometió a sus clientes.

 

Es increíble que el director general de la cablera, Enrique Yamuni, asegure que los canales de Televisa Networks carecían de audiencia y que por ello va a introducir en su señal otros más. Como si los consumidores no se hubieran enterado de mediciones oficiales y de Ibope, que durante 2016 mostraron, por ejemplo, que la señal del canal 2, que tanto desdeña Yamuni, resultó ser la más vista por los televidentes en todo el país. Lo peor del caso es que con esta decisión, Megacable estará afectando a más de tres millones de suscriptores, de ahí que la Profeco ya haya salido a anunciar que investigará el caso y que la cablera tiene 10 días para atender el requerimiento que presentó dicha institución. Habrá que estar pendientes.