Algunos analistas financieros tienen la percepción de que la “lluvia de créditos” baratos que tanto presumen diversos bancos de fomento del gobierno federal son una ilusión crediticia, porque los cientos de miles de millones de pesos que dicen haber destinado para financiar a empresas pequeñas y medianas principalmente, ni se ven ni se sienten.
Hace un mes los directores de las principales instituciones de la llamada “banca del subdesarrollo” presumían que en el 2013 otorgaron financiamiento directo e inducido (el que ofrecen los bancos comerciales con garantía de los bancos de fomento) al sector privado por más de un billón de pesos, lo que representó 14% más que un año antes. Prometieron que este 2014 habría mucho, muchísimo dinero para detonar obras, potenciar al campo y las exportaciones, así como respaldar proyectos productivos de empresas y emprendedores mexicanos.
Lo que nadie se atrevió a mencionar en aquel entonces, fue a cuánto asciende la cartera vencida de Nacional Financiera, Bancomext, Finrural, Banobras, Sociedad Hipotecaria… Y no lo hicieron porque, dicen los que saben, acumula cientos de miles de millones de pesos, lo que obviamente resulta preocupante porque inmediatamente viene a la memoria -de aquellos que tienen- la catástrofe financiera de algunos de esos bancos cuando Carlos Salinas de Gortari ordenó la brutal expansión crediticia a través de las “uniones de crédito”.
Nunca más, nunca más un numerito como el de hace 20 años, pareció decir el lunes pasado el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, durante el evento en que dio a conocer el programa “Impulso Energético” que “busca apostarle a las empresas mexicanas, particularmente a las pequeñas y a las medianas para que se capitalicen, para que participen y para que sean exitosas en los espacios que nos abre la reforma energética…” ¿Y si los bancos pierden la apuesta señor secretario? Preguntan los “aguafiestas”.
No hombre, este es un programa fregón, no populista como el de Salinas de Gortari, se apresuran a responder sus diseñadores. “Es un programa innovador que representa una oportunidad concreta para financiar a los talentosos empresarios mexicanos que están dispuestos a tomar riesgo, a invertir, a generar empleos en el sector energético mexicano.
Es un fondo de 26 mil millones de pesos en el que Nacional Financiera pondrá poco más de seis mil millones de pesos en garantías (se supone que los otros 20 mil millones de pesos los va a poner HSBC, que participa en el novedoso esquema crediticio, acota el columnista). “Estimamos que serán más de mil empresas las que serán beneficiadas, que participarán en toda la cadena de valor…” explicó el secretario de Hacienda, quien llamó a celebrar el mencionado programa que, dicho sea de paso, apenas está en el papel.
¡Gracias muchachos por creer en México! Dijo Videgaray a los banqueros. Por cierto, esa frase nos hizo recordar a Salinas cuando les dijo, a otros banqueros, palabras más, palabras menos: ¡Fórmense muchachos, que vamos a regalar, perdón, a repartir los bancos!
Bueno, lo peor que podría pasarnos ahora con los bancos de fomento es que en lugar de “expansión crediticia” como la de hace 20 años, tengamos al final del sexenio una “ilusión crediticia”.
Los analistas políticos y financieros bisoños preguntan: ¿Qué señal pretendió enviar el doctor Videgaray al licenciado Salinas de Gortari al recordarle el costo de no hacer bien las cosas en la banca mexicana? ¡Esa es otra historia papá!
AGENDA PREVIA
Aprobadas las leyes secundarias de la reforma político-electoral, el proceso de 2015 podrá respirar con tranquilidad y no necesitará de un tanque de oxígeno. ¡Bendito seas Dios! Exclaman los observadores. El coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, dijo que sólo falta que el Ejecutivo federal promulgue las reformas para que el INE comience con la organización de los procesos electorales, federales y locales, del año venidero y los posteriores, además de integrar el Servicio Profesional Electoral Nacional y los organismos públicos locales y, en los casos en que se justifique plenamente, asumir sus funciones como autoridad y base del nuevo modelo electoral nacional. Por algo era la urgencia.
Comments are closed.