Lo vi de frente:

 

A invitación del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y su vocero, Roberto Femat, estuve en las primeras filas del Altar de la Patria para la ceremonia de medianoche para el inicio del nuevo sistema penal acusatorio.

 

Observé al gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez Servién, cuando le picó las costillas al mandatario de Colima, José Ignacio Peralta, a quien hizo respingar.

 

Peralta volteó, miró con cara de desagrado a Domínguez Servién y siguió la ceremonia con cierta atención.

 

No pasó a mayores… al parecer.

 

Luego vi cómo Domínguez Servién, índice amenazante, se dirigía al gobernador de Durango, Jorge Herrera Caldera, y cruzaban unas cuantas frases para evidente molestia del norteño.

 

Por la expresión de ambos, se trataba de algo desagradable.

 

Tardé, pero logré atar la historia:

 

-Paco venía borracho –me dijeron al menos tres gobernadores–. Seguramente venía de una gran fiesta y no llegó con el mejor talante para una ceremonia de la República.

 

“Metiste a un amigo mío a la cárcel…”

 

¿Por qué hizo enojar a Jorge Herrera Caldera?

 

Ésta es la crónica armada con retazos informativos de testigos de tanta calidad como los gobernadores de Colima y Guanajuato, José Ignacio Peralta y Miguel Márquez, ambos al lado de Francisco Domínguez Servién:

 

El queretano encaró al duranguense con una amenaza:

 

-Mira, cabrón, te voy a partir la madre.

 

-Perdón… –se sorprendió Herrera Caldera.

 

-Tú encarcelaste a un amigo mío en Durango, y eso no te lo voy a dejar pasar. ¡Te voy a partir la madre!

 

-¿Qué te pasa? –Herrera Caldera seguía sorprendido.

 

-No te hagas. Ya hablé con (José) Rosas Aispuro –gobernador electo de Durango por la alianza Acción Nacional (PAN)-Partido de la Revolución Democrática (PRD)– para que te rompa la madre…

 

Turbado, Herrera Caldera le dio la espalda y dejó a Domínguez Servién con sus vociferaciones y sus amenazas.

 

Vázquez Mota no quiere ir al Edomex

 

Se van a quedar sorprendidos quienes ven a la ex candidata presidencial panista Josefina Vázquez Mota como representante de la alianza PAN-PRD por el gobierno del Estado de México.

 

Ella tendrá sus razones, pero ha dicho a sus cercanos:

 

-No tengo aspiraciones.

 

Suena lógica una de sus reflexiones: si Vázquez Mota buscó Los Pinos en 2012, resultaría de baja monta un palacio estatal, aunque sea el de mayor padrón en el país y joya electoral de 2017.

 

Habría otras reflexiones para justificar la decisión de quien fue secretaria de Desarrollo Social con Vicente Fox y de Educación Pública con Felipe Calderón, a quien no le perdona su abandono final.

 

Quién sabe si ella lo tome en cuenta, pero ¿qué libertad tendría con el PAN más corrupto del país?

 

Hay un cacique, Francisco Gárate Chapa, señalado por vender candidaturas, imponer dirigentes, intentar controlar al partido, vender el voto desde el Congreso del Estado y otras tropelías.

 

Además, ¿cómo superar al llamado Grupo Tlalnepantla, donde militan dos ex alcaldes de ese municipio y Naucalpan, Ulises Ramírez  y José Luis Durán, ambos en liza por la postulación panista?

 

Con uno de ellos puede ir el PRD como comparsa.