Foto: Notimex  

TORONTO. La mexicana Asalia Arellano, directora artística del Colectivo Tonantzin, recibió varias peticiones de canadienses para que les enseñara a interpretar danza azteca, por lo que comenzó a darles clases.

 

“Me insistían tanto que querían aprender, que estructuré unas clases para ellos”, dijo en entrevista con Notimex.

 

Explicó que aprendió esta danza desde niña porque su madre la inscribió en un grupo en México, donde también tomó clases de Náhuatl y al llegar a Canadá hace diez año continuó con esta actividad, ahora junto a su esposo, un indígena canadiense.

 

Asalia se ha presentado junto con su grupo en celebraciones como el Día de muertos, el Día de la Independencia de México en Toronto y en el Aboriginal Fest, entre otros.

 

Su grupo Tonantzin no sólo está integrado por mexicanos: “hay una chica de Irán, tuve una de Rusia, también hay canadienses y por aquí han pasado danzantes de Colombia, Guatemala, Venezuela”.

 

Manifestó que le sorprendió el constante interés de los canadienses en apreciar y aprender esta danza y recordó que quizá ello se debe a que viajan mucho a México y la han visto, la conocen y les gusta, les es familiar.

 

“Muchos canadienses han ido a México, conocen las Pirámides de Teotihuacán, les gustan, han visto allá las danzas y al encontrarnos acá se interesan más”.

 

La idea de dar clases de danza azteca fue porque “una canadiense me insistía mucho que le enseñara esta danza y hasta me ayudó a encontrar un estudio”, dijo.

 

Asalia comenzó a dar sus clases en diciembre y cada vez se han inscrito más personas, sobre todo canadienses.

 

“No importa la nacionalidad ni la edad, son bienvenidos todos”, agregó Arellano, quien comentó que en las clases les aclara que no es sólo una clase de baile sino que les explica “por qué danzamos, qué significa cada paso, por qué saludamos hacia los cuatro puntos cardinales (…) saludamos a los rumbos, honramos a elementos”.

 

Agregó que los canadienses lo entienden rápidamente, pues generalmente son muy cuidadosos de la naturaleza, del ambiente.

 

Les explican que hay que agradecer por la tierra, por el agua, por el día a día y que el uso del incienso es para limpiar el ambiente, lo cual los canadienses entienden porque también lo han visto en ceremonias de indígenas canadienses.

 

“Nos preguntan sobre las plumas y les decimos que es una extensión del cabello que nos ayuda a conectarnos con la energía cósmica. Sobre los símbolos de nuestro vestuario les decimos que tienen que ver con nuestros nombres y todo esto les fascina”.

 

Las clases de danza azteca les dan a los canadienses la posibilidad de que se unan al grupo Tonantzin “para que nuestro círculo sea más grande”, aunque se requiere de preparación ya que la danza –que dura como una hora- es muy intensa y se necesita preparar el cuerpo.

 

Apoyado por una beca del Ontario Arts Council, el Grupo Tonantzin recibe instrucción de danzantes profesionales para incursionar en una mezcla entre danza contemporánea y prehispánica.

 

“Nuestra idea es empezar a contar historias de nuestra cultura por medio de la danza con más expresión corporal, adicionando danza contemporánea”, adelantó.

 

Arellano informó que a finales de este mes participará en la Carrera para Cuauhtémoc, que se realizará en México.

 

Detalló que el 20 de este mes cientos de danzantes de todo México y del extranjero partirán del Zócalo capitalino rumbo a Guerrero para honrar al último líder mexica. “Vamos a hacerle honor donde están sus restos en Ixcateopan, Guerrero”.