A casi tres años del surgimiento de los grupos de autodefensa en Michoacán, el gobernador Silvano Aureoles Conejo reiteró un ultimátum para la disolución de este movimiento, el cual, pese a la estrategia y diversas iniciativas por reglamentarlos al sistema de seguridad pública, permanecen funcionando.

 

El 11 de febrero termina el proceso de revisión y culminación de la vigencia de estas figuras llamadas autodefensas“, sentenció el mandatario estatal, aunque anteriormente ha habido plazos de disolución, y programas de desarme de los civiles armados que surgieran en febrero de 2013 ante el acoso del crimen organizado, particularmente de los Caballeros Templarios.

 

Entrevistado en el marco de un evento en el que entregó títulos de propiedad a familias de varios municipios, Aureoles Conejo señaló que de los mil 600 integrantes de autodefensas que estaban en lista de revisión, 800 habían sido resueltos, por lo que el proceso de los alrededor de 800 restantes (que estarían acuartelados) se culminaría el día 11 del mes en curso.

 

Cabe señalar que a principios de mayo de 2014 se dio el primer intento de desarme de los llamados policías comunitarios para adherirlos a la corporación de la Fuerza Rural Estatal. Sin embargo, varios integrantes del movimiento original no se acreditaron en dicho cuerpo policial, aunado al hecho de que muchos de los grupos pertenecían a organizaciones delictivas que se hacían pasar por autodefensas.

 

Criminales Infiltrados siguen operando en Michoacán

 

En diversas regiones de Michoacán, los infiltrados (criminales que se hicieron pasar por autodefensas o policías rurales) siguen operando solapados por autoridades estatales y federales, así lo denunció uno de los integrantes de la fuerza rural de Tepalcatepec, donde la semana pasado se difundió la imagen de un supuesto integrante de Los Viagras, con vestimenta militar a bordo de un vehículo del Ejército supuestamente clonado.

 

En entrevista con 24 HORAS, Arturo Barragán, antiguo colaborador en el movimiento de Autodefensas del doctor José Manuel Mireles, señaló que a más de un año del desarme de autodefensas y la puesta en marcha de los elementos de Fuerza Rural, los llamados “perdonados” siguen haciendo de las suyas participando en “operativos y redadas” para su beneficio.

 

“Los criminales no se han ido ni se acabarán porque mucha de la gente que quedo al frente eran los infiltrados, que venían de Los Viagras, Los Templarios y los del Jalisco (cártel Nueva Generación) que pudieron entrar al movimiento sin ningún problema”, acusó.