BUENOS AIRES.  La presidenta argentina Cristina Fernández fue dada de alta el domingo, tras permanecer siete días internada en una clínica privada de Buenos Aires debido a un cuadro de infección intestinal.

 

Fernández fue trasladada a la residencia presidencial de Olivos, un suburbio al norte de Buenos Aires, donde deberá cumplir 10 días de reposo, informó la unidad médica presidencial.

 

En el último parte médico, difundido al mediodía del domingo, los doctores Marcelo Ballesteros y Daniel Fernández precisaron que la mandataria deberá continuar con tratamiento antibiótico, dieta especial, reposo y control evolutivo, “contraindicándose realizar desplazamientos por 10 días”.

 

La presidenta ingresó hace una semana a la clínica Otamendi de Buenos Aires con un cuadro febril infeccioso y presencia de bacterias en la sangre. Posteriormente, el equipo médico presidencial confirmó que la paciente sufría de sigmoiditis, que consiste en una infección del colon.

 

A lo largo de sus siete años de mandato, Fernández ha sufrido distintas complicaciones de salud, entre ellas dos intervenciones quirúrgicas.

 

Este nuevo episodio la obligó a suspender la visita que la presidenta chilena Michelle Bachelet tenía previsto realizar el pasado martes a Buenos Aires para conmemorar los 30 años de la firma del Tratado de Paz entre Argentina y Chile.

 

También debió cancelar su viaje a la próxima cumbre del G-20 el 15 y 16 de este mes en Brisbane, Australia.

 

En esa reunión, Fernández tenía previsto plantearle en persona al presidente Barack Obama la disconformidad por la designación al frente de un comité asesor, de una de las líderes de un grupo de presión que lleva adelante una campaña contra Argentina por el default de su deuda en 2001.

 

GH