Con 18 años en operación, el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) todavía está lejos de su maduración. Especialistas del sector, el país tendrá un sistema maduro hasta que cumpla sus 22-23 años.
El sistema creado en 1997, apenas unos años después de la crisis económica, y que implicó el traspaso de los recursos que manejaba el gobierno a las Afore, cumple hoy su “mayoría de edad”, pero aún tiene pendientes. El principal: garantizar una mejor pensión, pues de acuerdo con diversos estudios la tasa de reemplazo, es decir el porcentaje de su último ingreso que recibirá cada trabajador al retirarse ronda 30%.
Para Tonatiuh Rodríguez, director general de Afore XXI-Banorte, el sistema ha demostrado “ser un sistema competente para generar rendimientos sólidos de largo plazo”.
Alejandro Elizondo, country head de Principal Financial Group México, comentó que el SAR es un sistema muy sólido, debido a que no se han dado casos de “fondos mal utilizados o que se hayan perdido”. “Lo que no funciona es lo que le metemos al sistema. Con un aporte de 6.5% -contribución obligada- no podemos esperar una tasa de reemplazo mayor a 30% por más buen retorno que tengan los fondos, por más comisión baja que se cobren por el servicio, no hay forma, es imposible que la ecuación dé”.
Por ello, el directivo afirmó que el primer reto del SAR es cómo incrementar ese 6.5% de aportaciones obligatorias -trabajador, patrón y gobierno- y una opción, dijo, serían las aportaciones voluntarias.
Ramón Pando Leyva, director general de Principal Afore, comentó que las Afore han manejado un riesgo controlado, debido a que no se ha perdido nada, “ahí está la lana” y por el contrario, dijo, ha ganado con un rendimiento “muy bueno”.
Pablo Sprenger, director general de Sura México, empresa que opera a Sura Afore, comentó que en estos 18 años, el SAR ha evolucionado en el “camino correcto”, además de convertirse en un pilar de financiamiento para empresas en materia de infraestructura, proyectos energéticos que sin este modelo no se hubiera tenido.
Comentó que se trata de un modelo joven y que tiene mucho por desarrollar y aprender. “Nosotros no vemos un sistema que esté funcionando plenamente, tiene desafíos grandes como industria que junto con el regulador -la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar)-, con el gobierno y los mismos clientes” se deben enfrentar.
