BUENOS AIRES.-  Las campañas legislativas de Argentina culminaron envueltas en un clima de tensión por la desaparición de Santiago Maldonado, un joven de 28 años que fue visto por última vez durante una represión policial y cuyo caso provocó una conmoción social.

 

Los argentinos renovarán el próximo domingo el Congreso al elegir a 24 senadores y 127 diputados, en unas elecciones que representarán una especie de referéndum para el gobierno de Mauricio Macri justo cuando llega a la mitad de su mandato.

 

La recta final de las campañas se ensombreció el martes pasado, cuando las autoridades encontraron en el patagónico río Chubut un cuerpo que está siendo sometido a una autopsia para saber si es o no Maldonado, y cuándo y cómo murió.

 

El joven desapareció el 1 de agosto, durante una represión del cuerpo de Gendarmería en una comunidad mapuche en la Patagonia argentina, lo que provocó crecientes protestas que desataron una crisis para el gobierno.

 

Durante las últimas semanas, sin embargo, las encuestas revelaron que el caso no había impactado de manera desfavorable en la intención de voto hacia el oficialismo.

 

Los sondeos anticipan un triunfo del gobierno a nivel nacional e incluso en la provincia de Buenos Aires, el distrito electoral más importante del país y en donde la principal opositora es la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien es candidata a senadora.

 

El clima victorioso con el que el gobierno avanzaba rumbo a los comicios se vio interrumpido con el hallazgo del presunto cuerpo de Maldonado, ya que la reacción del gobierno ante la desaparición fue criticada incluso por organismos internacionales.

 

Durante estos 80 días, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo que no había pruebas de la presencia del joven en la protesta (jamás reconoció que hubo una represión), declaró inocentes a los gendarmes y atacó a la familia de Maldonado al asegurar que no querían colaborar en la búsqueda.

 

El papel más relevante fue el de Macri, ya que el presidente jamás mostró sensibilidad social, no habló ni se solidarizó con los familiares e incluso el 1 de septiembre, mientras decenas de miles protestaban en Argentina al cumplirse un mes de la desaparición, él presumía su visita a una heladería con más variedad de sabores de todo el país.

 

Macri siempre evadió el caso Maldonado, pero la semana pasada fue inevitable que lo abordara en su reunión con Bono, ya que el músico irlandés se hizo eco de una pregunta que se volvió lema en Argentina y en muchos otros países: ¿En dónde está Santiago Maldonado?

 

A pesar de que todos los candidatos suspendieron sus cierres de campaña ante el hallazgo del cuerpo, una de las principales candidatas del oficialismo, Elisa Carrió, se granjeó un repudio generalizado al hablar del caso entre risas y haciendo chistes.

 

En horario central de la televisión, un periodista le dijo a Carrió que en el río Chubut las temperaturas bajas favorecían la conservación del cuerpo, a lo que ella respondió: “es como Walt Disney”, en referencia a la leyenda falsa sobre  la conservación del cineasta.

 

Otro candidato del oficialismo, Fernando Iglesias, insultó al juez que investiga el caso Maldonado al llamarlo “demente” por acordar rastrillajes en la zona con la comunidad mapuche.

 

En las calles de Buenos Aires, la tensión que generó el hallazgo del cuerpo y el temor a protestas masivas fue evidente con el reforzamiento de la presencia policial y de las vallas de edificios públicos en vísperas de las elecciones.

 

La frialdad con la que el gobierno enfrentó el caso continuó con la realización de encuestas telefónicas de emergencia que fueron criticadas por la oposición ya que preguntaban si la desaparición de Maldonado cambiaría su voto en favor de los candidatos del gobierno.

 

DCA