Más de 350 cubanos que quedaron varados en México se manifestaron hoy frente al puente fronterizo de la norteña ciudad de Nuevo Laredo para pedir a Donald Trump que reconsidere la decisión de Estados Unidos de poner fin el 12 de enero pasado a su política de “pies secos/pies mojados”.
Los migrantes cubanos comenzaron a concentrarse desde las 10.00 hora local (15.00 GMT) en el centro de esa ciudad del estado de Tamaulipas, para realizar una breve marcha que acabó frente al puente internacional por el cual se cruza a Estados Unidos.
En Nuevo Laredo hay más de mil cubanos que se quedaron sin poder cruzar la frontera después de que Barack Obama decidiera terminar con la política que permitía a los cubanos conseguir asilo legal.
Los cubanos mostraron durante la marcha pancartas escritas en inglés y español con las que pedían al presidente Donald Trump que les abra la frontera, y portaron la bandera de EE.UU. y la cubana.
Los cubanos que radican en Nuevo Laredo se encuentran viviendo en albergues que cuentan con el apoyo de la Iglesia católica y organizaciones civiles.

El Instituto Nacional de Migración (INM), dijo en un comunicado que comenzará con la regularización migratoria de 588 cubanos que se encuentran varados en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, tras la decisión de Estados Unidos de poner fin el 12 de enero pasado a su política de “pies secos/ pies mojados”.
El INM aseguro que ha brindado las facilidades para que este grupo “obtenga sus condición de estancia en el país por razones humanitarias con permiso para realizar actividades remuneradas”.
“En próximas fechas, los primeros 273 de ellos quedarán regularizados”, señaló el organismo en una nota en la que aclaró que los cubanos no tendrán “la condición de refugiado o asilado político”.

Explicó que en algunos casos el INM puede regularizar a extranjeros que se ubiquen en territorio nacional y manifiesten su interés de residir de forma temporal o permanente en nuestro país.

 

La institución indicó que estos cubanos ingresaron a México por Tapachula, en el suroriental estado de Chiapas, y obtuvieron un oficio de salida que les permite transitar por un plazo de 20 días a fin de que abandonen territorio mexicano o inicien un proceso de regularización.

 

México reiteró hoy su compromiso “de hacerse cargo de los grupos de extranjeros que transitan por el país, a los que recibirá en cualquier situación, brindándoles un trato respetuoso, digno y humano”, señaló el comunicado.

 

aarl