Enrique Peña estaba orgulloso de su proceso sucesorio.

 

Con una directiva priista muy afín, no tuvo problema para abrir los estatutos del PRI durante una Asamblea bajo control.

 

-La medida es buena porque da margen de maniobra al Presidente y evita golpes internos, tanto en el gobierno como en el partido –me interpretó Miguel Ángel Osorio Chong una tarde en el jardín de un restaurante.

 

Tuvo otra frase el secretario de Gobernación:

-Las alianzas son parte de la política, y ¿por qué no pensar en alguien con las mayores cualidades, aunque no sea priista?

 

Las cosas siguieron de maravilla…

 

Hasta el día de los elogios desmedidos de Luis Videgaray donde todos vieron la verdad adelantada: la inminente postulación de José Antonio Meade para candidato a la Presidencia de la República.

 

Ese día repicaron las alarmas en Los Pinos.

 

Se temía una avalancha de críticas para descalificar y entonces se modificaron tiempos y formas para protegerlo.

 

La convocatoria se adelantó un día –iba a ser el viernes 24, como anunciamos aquí el 8 de noviembre-, pero no el registro entre el lunes 27 o martes 28, también enunciado aquí el 14.

 

En cuanto a formas, se desmanteló el propósito de precampaña para posicionar al PRI con un candidato verdadero y dos comparsas, como advertimos el mismo 14 de noviembre.

 

Se optó por el candidato único.

 

 

ESTRATEGIA PARA PROTEGER A MEADE

Hoy todo mundo dice haber acertado en nombre, fecha y mecanismo.

 

Pero Enrique Peña comenzó a operar tras los elogios de Luis Videgaray a José Antonio Meade y, para evitarles ataques, salió a intentar despistar y emprendió el descarte de prospectos.

 

En ese momento no le importaron reflexiones de algunos de sus miembros del gabinete sobre posibles huecos en posiciones clave.

 

Una de ellas es Pemex, pues Pedro Joaquín Coldwell estaba muy contento con la reorganización de la empresa y el buen impulso de la reforma energética por José Antonio González Anaya.

 

González Anaya llega a recomendación y con pleno apoyo de su amigo Meade con un pronóstico lógico: repetirá en Hacienda el próximo sexenio, si la alianza encabezada por el PRI retiene la Presidencia.

 

 

ECONOMÍA Y POSITIVOS SIN NEGATIVOS

La decisión se tomó sobre análisis de positivos y prácticamente ningún negativo.

 

… Excepto la militancia, claro.

 

En los positivos está el amplio respaldo del sector empresarial, la buena imagen de José Antonio Meade en el mundo financiero, la inminente crisis de Estados Unidos y la eventual cancelación del TLCAN.

 

También se apuesta a la suma de panistas, aunque un estudio interno del PAN perfila más simpatías por Margarita Zavala y prevé fuga de priistas duros… hacia la candidatura de Andrés Manuel López.

 

A su vez, el ala disidente azul liderada por Ernesto Cordero ve a Meade como un candidato “muy competitivo. Está llamado a ponerle seriedad a las propuestas para que no dominen los ataques y los gritos en las campañas”.

 

 

EL MENSAJE DE FORTALEZA DE TELEVISA

Cuando muchos hablan de crisis en Televisa, la empresa da la sorpresa: anticipará en diciembre el pago “del monto total de su principal de Notas Senior por 500 millones de dólares”.