La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, comenzará a despedirse mañana del poder al presentar su último informe de gobierno en la apertura de sesiones de la Asamblea Legislativa.

 

Como ocurre cada 1 de marzo, la mandataria protagonizará la ceremonia en el Congreso con un discurso en el que explicará a los ciudadanos el estado de la Nación.

 

Esta cita ahora es especial, porque será la octava vez consecutiva que Fernández se presente ante el Parlamento para enumerar los resultados de una gestión que comenzó en 2007.

 

Será también su último informe, ya que el próximo 25 de octubre se realizarán elecciones generales y quien gane recibirá el 10 de diciembre la banda presidencial de manos de esta abogada viuda, de 62 años.

 

Fernández no puede volver a postularse, porque la Constitución argentina sólo permite una reelección consecutiva, la cual ella ya ganó en 2011 con 54 por ciento de los votos.

 

Después de que la presidenta hable ante el Poder Legislativo, habrá un acto masivo de apoyo en el centro de Buenos Aires, que fue convocado por la militancia.

 

Por eso, las calles de la ciudad están colmadas de carteles que invitan a sumarse a la manifestación bajo el lema “Cristina somos todos”, con una foto de la mandataria.

 

La convocatoria oficial del Frente para la Victoria, la fuerza política que fundaron Fernández y su fallecido esposo y antecesor, Néstor Kirchner, pegó carteles azules, en alusión al color de la bandera, con el escueto mensaje “CFK. Domingo Primero de Marzo, 12 hs. Congreso”.

 

El oficialismo también realizó un video en el que presenta imágenes de la pareja política más importante de los últimos 12 años en Argentina.

 

“Este domingo volvemos a estar como todos los años, sabiendo que una vez más esperamos este encuentro en la democracia, porque de eso se trata”, explica una voz en off.

 

La popularidad de la presidenta cayó luego que Alberto Nisman, el fiscal que investigaba e ataque ocurrido en 1994 en la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), la acusó el pasado 14 de enero de haber pactado con Irán la protección de presuntos terroristas.

 

El escándalo que provocó la denuncia mutó en conmoción social cuatro días más tarde, cuando Nisman fue encontrado muerto de un disparo en la cabeza en el baño de su departamento, en un caso que más de un mes después la justicia sigue sin determinar si fue suicidio o asesinato.

 

Esta semana, sin embargo, la justicia determinó que la denuncia de Nisman contra la presidenta no tenía fundamento alguno, lo que permitirá que Fernández ofrezca su último informe con el alivio de saber que esa causa judicial ya no pesa sobre sus hombros.