La Secretaría de Hacienda publicó el viernes pasado el reporte de la evolución económica, en donde afirma que la economía va viento en popa; que la demanda interna –principalmente la inversión y el consumo–, sigue siendo el principal motor de crecimiento. Comparado con varios países, no sólo del “cuarto mundo”, sino también del primero, México está en la gloria, quiso decir la dependencia.

 

A quienes andan diciendo que la nación está en crisis desde que se desplomaron los precios del petróleo, “llevándose entre las patas” a nuestra moneda, creando estragos en empresas de todos los tamaños, afectando el bolsillo de millones de familias, generando una mayor cantidad de pobres y otras cosas horribles, horribles, Hacienda pareció responderles que no quieren ver el México real donde ocurren cosas bonitas.

 

Tratando de convencer a los escépticos y a los “agoreros del desastre”, la autoridad financiera precisó en su informe que el mayor dinamismo del consumo está relacionado con un mejor desempeño de sus principales determinantes, en particular:

 

– La disminución de la tasa de desocupación, que en el período enero-marzo se ubicó en 4.0% de la PEA y se compara con 4.2% en el mismo lapso del año pasado.

 

– La generación de empleos formales, que durante abril registró un incremento anual de 3.6%. En la actual administración, el crecimiento promedio anual del empleo formal ha sido de 3.8%, y el acumulado ha sido de 11.9%. Esto representa 2.1 millones de nuevos empleos desde el 1 de enero de 2013.

 

– Un menor nivel de inflación, que se ha ubicado en mínimos históricos durante los últimos meses (2.54% anual en abril).

 

– Un aumento en los salarios contractuales, que durante los primeros cuatro meses del año crecieron 1.7% en términos reales, el mayor para este período desde 2002.

 

– Una expansión real anual en marzo del otorgamiento de crédito de la banca comercial de 11.1%, el mayor crecimiento para un marzo desde 2008.

 

Ante estas cifras, funcionarios de Hacienda, que al puro estilo del Piojo Herrera convierten las situaciones complicadas y hasta los fracasos en éxitos, preguntan: ¿dónde está la crisis de la que tanto hablan?

 

Más aun, el crecimiento del PIB de México observado en el primer trimestre de 2016 fue superior al de las principales economías de América Latina, y se espera que sea mayor en todo 2016. Y documentó: con cifras originales, el PIB de México aumentó 2.6% anual; el de Colombia, 2.6% y el de Chile, 1.3%. Por su parte, se proyecta que las economías de Argentina y Brasil disminuyan 1.4% y 6.0% anual, respectivamente. Se estima que durante el primer trimestre de 2016, el desarrollo de América Latina, sin considerar a México, sea de -3.2% anual.

 

A pesar de todo este hermoso panorama económico, la Secretaría de Hacienda se vio en la penosa necesidad de ajustar a la baja su pronóstico de crecimiento para este año a un rango de 2.2 a 3.2%. Aunque aclara: no se modifica el rango para 2017 –un año antes de la elección presidencial– de 2.6 a 3.6%. ¿Habrá que festejarlo?