Ante el acoso del crimen organizado en las comunidades el fenómeno de “desplazamiento interno” en México va en aumento; sin embargo el gobierno mexicano no cuenta con cifras oficiales y por tanto carece de herramientas y programas que ayuden a las víctimas de esa violencia.

 

De acuerdo con datos de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), sólo en 2011 fueron desplazadas 160 mil personas dentro del país.

 

De acuerdo con el informe “Las Víctimas Invisibles de México“, elaborado por Sarnata Reynolds, asesora de Refugiados Internacional (RI) en materia de Derechos Humanos, el cual presentó en la Segunda Conferencia Regional Humanitaria sobre Migraciones Forzadas en Bogotá, Colombia, las personas desplazadas carecen de la ayuda adecuada por parte de las autoridades mexicanas.

 

Son tres características principalmente las que han propiciado, según la consultora, que este “desplazamiento forzoso” vaya en aumento, uno es la huida de la violencia extrema, obligada por el asesinato, secuestro o desaparición de al menos uno de los miembros de sus familias; enfrentar graves problemas económicos derivados del mismo desplazamiento, incluyendo la dificultad para encontrar trabajo; y la perdida de sus tierras y propiedades sin recibir ningún tipo de compensación económica.

 

DesplazadosNarcoTras la investigación de campo realizada por RI en México, durante mayo y junio de este año, Reynolds consideró que las autoridades mexicanas han optado por hacer invisible el problema de los desplazados, al considerarlo una mancha en la imagen que quieren proyectar internacionalmente sobre la idea de que la seguridad está mejorando y que México es un lugar seguro para invertir.

 

“La contranarrativa es que hay cientos de miles de personas en México que viven en un perpetuo estado de miedo”, afirmó Reynolds respecto a los resultados que arrojó la investigación sobre el hecho de que la mayoría de los desplazados fueron obligados directamente por los grupos criminales a salir de sus comunidades.

 

“Hay varias razones por las cuales los grupos criminales en México buscan el control de la tierra, incluyendo el cultivo de plantas utilizadas para la producción de drogas, el control de los recursos naturales, y el establecimiento de las rutas de tráfico de drogas”.

 

La violencia generada por las disputas territoriales entre grupos criminales antagónicos, las ofensivas militares, y los enfrentamientos con las milicias de autodefensa, son los otros motivos señalados en el diagnóstico de la asesora de RI por los cuales las personas deciden salir de sus lugares de origen.

 

Otro grave problema identificado Reynolds es la falta de documentos de identidad entre los desplazados internos, lo que dificulta que los niños se matriculen en la escuela o que los adultos sean contratados legalmente.

 

“Para los grupos criminales, la falta de identificación también hace de los niños un atractivo blanco para el reclutamiento forzoso, ya que son menos propensos a ser atrapados cometiendo crímenes”.

 

Reynolds señaló a InSight Crime, organización especializada en crimen organizado que entre 20 mil y 30 mil niños habían sido reclutados en las organizaciones criminales. Muchos de ellos utilizados también como guías para llevar migrantes a través de la frontera hacia Estados Unidos.