PEKÍN. Catorce miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso, una secta que cree que Jesucristo se ha reencarnado recientemente en una mujer de China, fueron condenados este fin de semana en dos juicios celebrados contra este culto perseguido por las autoridades comunistas.

 

En uno de los procesos, que concluyó ayer en un tribunal de la ciudad de Zigui (provincia central de Hubei) se dictaron penas de prisión de entre 18 meses y tres años de cárcel para nueve seguidores de la secta, detenidos en julio de 2014.