Acabo de regresar de un viaje por Barcelona y la encantadora región de Ampurdán. “La verdad, vivir aquí es un privilegio” comentan sus lugareños en voz baja. El Ampurdán es un secreto, un regalo envuelto en lazo de seda. Ha sido un delicioso descubrimiento que no me ha dejado indiferente.

 

Viajar es uno de los mayores placeres de esta vida y en este bonito oficio que es el periodismo, compartir el viaje con compañeros, acompañada de una libreta y anotar lo que ves, lo que escuchas es un privilegio. Preguntar y escuchar como piensan personas a las que admiras, es un chute de inspiración y aprendizaje. La entrevista es un género que me intriga y apasiona.

 

Cómo describe alguien a quién tengo un gran cariño y que es un magnífico entrevistador, el periodista y escritor Juan Cruz, en su libro “Toda una vida preguntando”:  «Una entrevista sirve para seguir siendo discípulo, para aprender de otro, para considerar que por mucho que sepas de un asunto o de alguien, si no estás dispuesto a sentirte sorprendido tras una pregunta, es que ni tienes curiosidad, ni eres, por tanto, periodista».

 

Aprender. Eso que mantiene a los niños en permanente sorpresa es también territorio de adultos. Eso me contaba Joan Roca, el hermano menor del trio de artistas del “Celler Can Roca”, nombrado por segunda vez mejor restaurante del mundo, al preguntarle que conclusiones habían extraído de la gira que han hecho durante 5 semanas por Argentina, Estados Unidos y Turquía. “Te das cuenta de todo lo que tienes que aprender y que si por alguna casualidad te crees el mejor restaurante del mundo, es que no sabes nada”.

 

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Los hermanos Roca son tres talentos individuales, que juntos suman un enorme talento. Jordi y su apabullante creatividad, la pasión vinícola de Josep, el hermano sumiller y el show poético que realiza al mostrarte la bodega, la serenidad de Joan hablando de la gestión en equipo y de su importancia, tanta que han renunciado a cerrar el martes para atender un equipo de excelencia, formado por 17 nacionalidades.

 

Albert Adrià, el hermano de Ferrán Adrià es un exponente de máxima creatividad. En su lenguaje solo hay palabras como: Sueño, pasión, amor, respeto. Valores profundos que llenan su vida de significado y misión. El imperio Adrià es magnífico, un corner en Barcelona donde se encuentra su restaurante “Tickets” como súmmum de la diversión y la creatividad, y el magnífico “Hoja Santa”, un restaurante mexicano que te transporta a Oaxaca si cierras los ojos. El equipo con su mujer Silvia Fernández al frente, trabajo en equipo dentro y fuera de casa.

 

Observándoles me daba cuenta de la autenticidad de estas personas que han alcanzado una vida victoriosa: Su alma es como el de los niños pero conjugada con la responsabilidad y la madurez de un adulto.

 

Hay una frase muy divertida que he visto en tazas y camisetas. “You have the same numbers of hours in a day than Beyonce”. En efecto, es alucinante pensar que las horas del día son las mismas para todos, pero hay personas que consiguen hacer magia con el. He vuelto inspirada y con ilusión por hacer magia con mi tiempo.