Andreas Lubitz, el copiloto que el martes pasado estrelló un avión de la compañía Germanwings en los Alpes franceses con 149 personas a bordo, había roto con su novia con quien llevaba siete años de relación y con quien tenía planeado casarse el próximo año, reveló el diario alemán Bild.

 

De acuerdo con la publicación, ambos pensaban comprar el departamento ubicado en Düsseldorf. Ella lo habría dejado a él hace una semanas, dejándolo devastado, confesó uno de sus primos.

 

Según fuentes consultadas por la cadena francesa iTele, la ex prometida (de quien no se ha revelado el nombre) confirmó a los investigadores que Lubitz sufría una grave depresión.

 

La televisión, que no citó las fuentes de esa supuesta información, indicó que la joven fue interrogada anoche por los investigadores alemanas, ante quienes realizó dicha confesión.

 

El canal agregó que los padres de Lubitz serán interrogados por los gendarmes franceses ya que se encuentran en la localidad de Seyne-les-Alpes, cerca de donde se estrelló el aparato de la compañía Germanwings que hacía el trayecto entre Barcelona y Düsseldorf con 150 personas a bordo, todas las cuales murieron.

 

Ocultó baja médica

 

Este viernes, la fiscalía de Düsseldorf informó que de acuerdo con los documentos hallados tras el cateo de la vivienda de los padres y otra del mismo Lubitz, se descubrió que el copiloto ocultó que estaba de baja por enfermedad y bajo tratamiento médico, por lo que no podría volar el día del avionazo.

 

“Fueron confiscados documentos con contenido médico que apuntan a una enfermedad existente y un tratamiento correspondiente por parte de médicos”, informó la fiscalía.

 

También se reveló que en 2009, durante su formación como piloto, el joven sufrío una “depresión severa” de la que también fue tratado durante año y medio, por lo que autoridades de vuelo recomendaron que fuera evaluado psicológicamente de manera regular.

 

Sin embargo, fuentes de la fiscalía negaron que en los registros realizados en su domicilio se hubiera encontrado una carta de despedida “ni indicios que apunten a un trasfondo político o religioso” para su proceder.

 

También sufría bullying

 

Diversos medios alemanes también documentaron que Lubitz era apodado Andy Tomate por sus compañeros, en referencia a su pasado en la misma compañía como auxiliar abordo.

 

En declaraciones al diario británico DailyMail, un amigo del copiloto destacó que “él tenía muchas ambiciones, pero era considerado de segunda liga porque había sido auxiliar en la cabina de pasajeros”.

 

Estaba bajo tratamiento psicológico

 

De acuerdo con el diario Süddeutsche ZeitungLubitz se había sometido durante bastante tiempo a varios tratamientos psiquiátricos, a cargo de distintos médicos, el último de los cuales le había emitido la baja que, según informó previamente la fiscalía de Düsseldorf, el copiloto había roto y presumiblemente ocultado a su empleador.

 

Por su parte, el diario berlinés Der Tagesspiegel informó que Lubitz, de 27 años, siguió un tratamiento por depresión en el Hospital Clínico Universitario (UKD) de Düsseldorf, localidad donde vivía, durante el mes de febrero y marzo.

 

A través de un comunicado, dicho centro médico aclaró que efectivamente Lubitz había sido atendido ahí y que su última visita de produjo el día 10 de marzo.

 

Calificó no obstante de “incorrecto” que fuera para un tratamiento por depresión e indicó que había sido para contrastar diagnósticos, sin dar más detalles.

 

La clínica se amparó en el precepto de la confidencialidad médica, que impide concretar esos extremos, aunque señaló que ha trasladado la información pertinente a la fiscalía de Düsseldorf.  DM