La ciudad alemana de Bonn acoge desde hoy y hasta el 17 de noviembre la cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio climático 2017 (COP23), presidida por Frank Bainimarama, primer ministro de Fiyi, con el objetivo de impulsar las acciones para enfrentar el calentamiento global.

 

La segunda cumbre del clima celebrada tras el histórico Acuerdo de París, alcanzado en la capital francesa en 2015, estará encabezada por uno de los países más vulnerables al calentamiento, Fiyi, que tras recibir el visto bueno de la ONU para albergar la COP23, vio que ninguna de sus islas disponía de capacidad para albergar a los más de 20 mil participantes que vienen acudiendo a dichas reuniones.

 

La convención marco de cambio climático de Naciones Unidas les ofreció su sede de Bonn para ejercer su presidencia, que implica dirigir las negociaciones hasta la próxima cumbre del clima, que se celebrará en un año en Polonia, así como marcar parte de las prioridades de la agenda para los diplomáticos de cerca de 200 naciones que acudirán a la COP23.

 

En esa línea, el tema que Fiyi ha puesto en el centro del debate es el de la vulnerabilidad extrema de lugares, como las pequeñas islas Estado del Pacífico, que están siendo devoradas por la subida del nivel del mar, ante los efectos de un cambio climático.

 

La presidencia de la COP23 ejercerá presión para que se hable más de la afección del calentamiento en los océanos y las consecuencias para las personas que viven ahí.

 

Otra parte del debate será Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, decidió cancelar de un plumazo la financiación climática ya comprometida por su antecesor, Barack Obama, y que sólo en el Fondo Verde ascendía a dos mil millones de dólares hasta 2020.

 

La salida de EU no se materializará hasta 2020, por lo que sus delegados seguirán formando parte de las conversaciones. El país no tendrá un pabellón oficial, por primera vez, en una cumbre del clima, pero sí su sociedad (organizaciones, Estados, empresas y ciudades) que quiere demostrar que la mayor parte de los americanos siguen comprometidos con el cambio climático.

 

 

 

con información de Agencias

*edición impresa 24 Horas

 

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