CARACAS. La bancada oficialista venezolana se disponía a iniciar el procedimiento para retirarle el fuero parlamentario al congresista Julio Borges, una de las principales figuras de la oposición, y abrirle un juicio por su presunta vinculación con un complot, convirtiéndose así en el segundo dirigente que es sometido a proceso en menos de una semana.

 

Borges dijo que independientemente de las acciones que se inicien contra algunos dirigentes, la oposición seguirá enfocada en las elecciones parlamentarias de este año.

 

El congresista consideró su proceso como un caso de “violencia política”, y sostuvo que el oficialismo decidió emprender acciones en su contra porque Primero Justicia ha sido el partido que ha defendido con más fuerza los comicios parlamentarios, “y eso en este momento el gobierno le teme”.

 

Como parte del endurecimiento de las acciones contra la oposición de los últimos días, la directiva oficialista de la Asamblea Nacional convocó a una sesión en la que espera arrancar el proceso para retirarle la inmunidad a Borges, dirigente y coordinador nacional de Primero Justicia.

 

La Constitución otorga inmunidad a los funcionarios electos por votación popular, y establece que para poder someterlos a un proceso judicial el Tribunal Supremo de Justicia debe autorizar el retiro de la protección legal, decisión que luego debe ser avalada por la Asamblea Nacional.

 

El proceso contra Borges comienza cinco días después del encarcelamiento del alcalde de la región metropolitana de Caracas, Antonio Ledezma, quien también ha sido señalado por el gobierno de estar implicado en un supuesto plan de golpe de estado.

 

La coalición opositora rechazó la víspera los señalamientos y acciones emprendidas contra Borges y otros dirigentes, y planteó que el gobierno busca con estos procesos desviar la atención porque está “sumamente desesperado” por la compleja situación económica que enfrenta el país y la pérdida de popularidad de Maduro que cuenta con un respaldo popular cercano al 22%.