Durante 2014, la prevalencia de uso de cannabis (mariguana) entre los estudiantes mexicanos que habitan ciudades fue de 11.6%, mientras que en los alumnos de escuelas rurales la cifra llegó a 5.2%, la cifra más baja en la región de Norteamérica, indica el Informe 2016 de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE)  de la ONU, que se presentó ayer en la Ciudad de México, donde se destaca que la mariguana es la droga ilícita más consumida en el mundo.
“Los datos de consumo correspondientes a 2014 eran más bajos que en Estados Unidos y Canadá. En Canadá, el cannabis es la sustancia que más se consume ilícitamente, seguida de la cocaína, los alucinógenos y el éxtasis. El cannabis también sigue siendo la droga que más se consume en los Estados Unidos y México”, dice el informe.
De hecho, la mariguana es la droga ilícita (tiene ese estatus en la mayor parte del planeta) más popular, pues se estima que, durante 2014, 182.5 millones de personas la consumieron en todo el mundo. Por tal motivo, también es la más perseguida; tan sólo en el año mencionado las autoridades mexicanas reportaron la destrucción de cinco mil 700 hectáreas de cultivos de cannabis.
El documento también destaca el fallo de la Suprema Corte que amparó a cuatro personas para poseer y cultivar cannabis para fines no médicos, detallando que dicha resolución sólo es aplicable para las personas que interpusieron el amparo, por lo que aún no se puede hablar de una legalización de la mariguana.
Pero la mariguana no fue la única droga donde nuestro país destaca dentro del informe. En el caso de la cocaína, la JIFE informó que 87% de esta droga que entra a Estados Unidos pasó por México, además de que se registró un aumento en la plantación de opio en territorio nacional.
En materia de combate al tráfico ilegal de estupefacientes, el texto indica que nuestro país tiene una vigorizante cooperación con sus vecinos del norte.
“En una cumbre política de alto nivel celebrada en Ottawa, en junio de 2016, los tres Estados se propusieron, entre otras cosas, intensificar las medidas frente al creciente número de víctimas mortales de opioides como la heroína y el fentanilo y de la violencia asociada con el cultivo y el tráfico de adormidera en México”.
De manera individual, México informó un aumento de 38% en el número de laboratorios clandestinos desmantelados en 2015. La información recabada en los operativos permitió descubrir que hay nuevas técnicas de fabricación de droga sintética.