Para el próximo año el Congreso de la Unión, es decir las Cámaras de Diputados y Senadores, tendrán una partida presupuestaria de 11 mil 608 millones de pesos, que implica un incremento de 10% con respecto a 2014, recursos que no están justificados en la exposición de motivos del proyecto de Presupuesto de Egresos, además de desconocerse a qué se destinarán, denunciaron las organizaciones civiles Borde Político e Integralia.

 

De acuerdo con el Proyecto de presupuesto para 2015, la Cámara de Diputados tendrá recursos por siete mil 339 millones de pesos, un aumento de 8% con respecto al año anterior, mientras que el Senado contará con cuatro mil 269 millones, un incremento de 14.7%.

 

En un análisis realizado para responder a la pregunta ¿en qué gastan los legisladores el presupuesto que se asignan?, investigadores sociales se encontraron con “un grave problema de opacidad en la materia en cinco áreas: sobre los motivos de los aumentos, respecto al ejercicio de las subvenciones de los grupos parlamentarios, recursos económicos utilizados para el trabajo en comisiones, reacomodo de partidas y presentación de la información presupuestaria”, dijo Gustavo Rivera, director general de Integralia.

 

Detalló que durante los primeros 24 meses de esta LXII Legislatura (2012-2015), los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados recibieron dos mil 478 millones de pesos constantes en subvenciones (gastos para solventar lo relacionado con su trabajo) sin dar cuenta de su uso y destino.

 

Este monto representó un incremento de 56% con respecto a la legislatura pasada, y si bien los legisladores deben comprobar gastos con facturas, no se tiene acceso a esa información y sólo se conoce su uso “por experiencia anecdótica de que son utilizados para pago de asesores, grupos de apoyo, pago de choferes, entre otros”, afirmó Rivera.

 

Con respecto a la opacidad de los recursos utilizados para el trabajo en comisiones, señaló que en el presupuesto del Congreso Federal es imposible identificar los recursos destinados a las comisiones legislativas, pues  sólo es posible ubicar algunas partidas destinadas a su personal y a los materiales necesarios para su funcionamiento.

 

En cuanto al reacomodo de partidas como viáticos y subvenciones, entre 2007 y 2015 se presupuestaron en dos conceptos diferentes: “servicios oficiales” y “servicio de traslado y viáticos”, además anexaron “servicios oficiales” y “otros servicios generales”, lo cual dificulta la identificación de los montos exactos destinados a este rubro.

 

Mariana Niembro, directora general de Borde Político, lamentó que se desconozca a qué se refiere el rubro de “otros servicios generales”, que representa 50% de las subvenciones legislativas.

 

Para la especialista no hay manera de separar el presupuesto destinado a subvenciones de otros que pueden entrar bajo un concepto tan amplio como “Otros servicios generales”, por lo que se dificulta solicitar información y la fiscalización del gasto, además de que permite que los grupos parlamentarios reporten su gasto en un nivel de agregación insuficiente para saber realmente en qué gastan y cuál es el destino de los recursos.

 

Los analistas coincidieron en que el Congreso mexicano está lejos de fortalecer su credibilidad como una institución del Estado, y de continuar con dichas prácticas “estaríamos lejos de estar a la vanguardia de un parlamento abierto”.