Luego de que el Senado decidiera enviar a la “congeladora” la iniciativa para crear figura de auditor especial de las Policías Federales, el director del Instituto para la Seguridad y la Democracia(Insyde), Ernesto López Portillo, reprobó la falta de voluntad política y la resistencia sistemática para lograr una reforma policial.

 

“Hay una resistencia sistemática por parte de la clase política y de las propias corporaciones policiales, una resistencia sistemática a ser sometidos al escrutinio externo. Y también hay una falta de voluntad política para promover mecanismos para lograr la reforma policial”, expresó.

 

El auditor sería el primer órgano especializado de control, supervisión y propuesta de mejoras para la policía en la historia de este país.

 

El mecanismo castigaría la corrupción interna y permitiría un mayor escrutinio sobre sus prácticas de vigilancia, detención, sistemas de información criminal y uso de la fuerza en control de multitudes.

 

La iniciativa, recordó el experto en temas de seguridad pública, fue presentada desde el 9 de agosto del año pasado y contaba con la firma de todos los coordinadores parlamentarios, menos del PAN. Lo anterior, en cumplimiento con el compromiso expresado por los legisladores ante el Movimiento porla Pazcon Justicia y Dignidad en el encuentro en el Castillo de Chapultepec del 28 de julio.

 

Sin embargo, y tras analizarla la semana pasada, los integrantes de las comisiones de Gobernación y Seguridad Pública del Senado dela Repúblicadecidieron que ya no hay tiempo para su dictamen y presentación ante el pleno.

 

Por ello, López Portillo criticó a los Poderes Legislativo y Ejecutivo por evadir esta reforma policial y mantener a una policía que no cumple con estándares mínimos e indispensables para las tareas de seguridad que requiere la población.

 

“La mayoría de las policías del país atraviesan por una crisis crónica y aguda.

 

Hay un acuerdo tácito entre la clase política y las corporaciones policiales para no avanzar en una reforma que modifique estructuralmente, radicalmente, su forma de actuar. Para empezar, con romper su histórica opacidad”, lamentó.

 

Mientras la figura del auditor no se cree, advirtió el director del Insyde, las policías federales no tendrán evaluaciones externas y de autoevaluación, lo que implica riesgos de que se repitan casos de violencia de derechos humanos, como el más reciente del desalojo de normalistas de Ayotzinapa, en Guerrero, el cual dejó dos estudiantes muertos.

 

“Se trata de un compromiso no cumplido por el senado. Un compromiso por el que diversas organizaciones hemos trabajo mucho y que tiene la particularidad de que se convertiría en el primer control externo especializado para evaluar los resultados de las policías federales”, acusó.