Andrés Manuel López Obrador confirmó su asistencia a la misa que oficiará el papa Benedicto XVI durante su visita a Guanajuato programada para el próximo domingo 25 de marzo.

 

Durante la conferencia de prensa que ofreció para hablar brevemente sobre sus propuestas en materia agropecuaria, el tabasqueño indicó que tomó la decisión de asistir a la ceremonia religiosa luego de platicar con diversos integrantes de Morena, movimiento que, afirmó, integra a gente de todos los credos.

 

“Estoy seguro que quienes participan en Morena van a estar de acuerdo con esta decisión”, apuntó.

 

López Obrador se adelantó a las críticas que podría generar su decisión al señalar que su asistencia a la misa no representa ningún acto de sumisión o un intento por captar votos.

 

“Yo me arrodillo donde se arrodilla el pueblo, pero nunca ante las cámaras de televisión porque no soy hipócrita”, indicó.

 

“Se trata de un jefe de Estado y el jefe de la Iglesia más grande del mundo, en nuestro movimiento hay muchos católicos y muchos evangélicos, de todas las denominaciones, también muchos creyentes, pero tenemos que actuar con respeto a jefes de Estado y a dirigentes espirituales del mundo”, dijo.

 

Agregó que el próximo viernes enviará una carta al sumo pontífice a través de la Nunciatura Apostólica en México, en la cual le dará a conocer a Benedicto XVI la situación por la que atraviesa el país y el origen de la decadencia en la que se encuentra México.

 

Al preguntarle sobre los incidentes que ocurrieron durante el Consejo Estatal del PRD en el Distrito Federal, el candidato presidencial de las izquierdas se negó a emitir un comentario al considerar que el problema es un asunto que debe resolver el propio partido.

 

“Yo ayudo cuando se trata de que participemos todos y que haya acuerdos, que haya consenso, que haya unidad, cuando se trata de designar candidatos no me meto, les puedo garantizar que no lo he hecho”, mencionó.

 

Por la tarde, López Obrador asistió a la comida realizada por la revista Líderes Mexicanos para exponer sus propuestas ante empresarios y comunicadores. Cuando le preguntaron si pediría perdón a la gente que afectó durante el plantón de Reforma posterior a las elecciones de 2006, el tabasqueño negó tajante pedir disculpas por lo sucedido aunque dijo tender “su mano franca a todos los mexicanos” con el fin de dejar atrás viejos rencores en aras de la reconciliación nacional.

 

“Dije que con esta decisión que se tomó se evitó la violencia, que si no actuamos como lo hicimos hubiesen habido muertos y que nuestro movimiento es y seguirá siendo pacífico, que nos afectó en la imagen porque se nos satanizó con este asunto como con otros, pero que actuamos de manera responsable”, finalizó.