A raíz de la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que considera inconstitucional prohibirlos, los cigarrillos electrónicos podrán venderse, importarse y distribuirse en México siempre y cuando atiendan las mismas regulaciones que los productos de tabaco.

 

La SCJN determinó como “inconstitucional” el artículo 16 de la Ley General de Salud que prohibía la comercialización, distribución o venta de productos que hicieran alusión al tabaco o tuvieran características similares, como los cigarrillos electrónicos. Así, amparó a un ciudadano que había sido multado por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) por vender y distribuir cigarrillos electrónicos.

 

La Corte consideró que, bajo el argumento de igualdad, era inconstitucional aplicar prohibiciones más estrictas a un producto que no contiene tabaco y que hasta el momento no se ha comprobado que sea más tóxico que éste; y, en cambio, permitir la comercialización del cigarro regular, cuyo abuso genera efectos nocivos a la salud.

 

Sobre el tema, Patricio Caso, coordinador de asesores del titular de la Cofepris, Mikel Arriola, explicó que la determinación de la Corte se dio en el sentido de aplicar las mismas regulaciones que de acuerdo a la Ley General para el Control del Tabaco se aplican para los cigarros.

 

En una entrevista, planteó que quien quiera importarlos necesitará un permiso especial, una licencia de almacén donde estén documentados y no se podrán vender a menores; quedará prohibido venderlos por Internet (el principal medio de comercialización) y tendrá las mismas restricciones publicitarias, por lo que los empaques deberán contener los mismos pictogramas de las cajetillas para alertar de los riesgos a la salud para los fumadores.

 

La Cofepris ya había advertido a los usuarios del cigarrillo electrónico que no hay evidencia científica contundente y real de que “este dispositivo funcione para dejar de fumar y es un riesgo a la salud humana, pues contiene sustancias tóxicas”.

De acuerdo con información de la dependencia, la mayor parte de los “vapeadores”, e-cigarettes o Sistemas electrónicos de administración de nicotina, como los reconoce la OMS, son importados de Estados Unidos y China; y se venden ya sea a través de Internet o centros comerciales de todo el país.

 

Uno de los problemas es que tanto el dispositivo como sus accesorios -aromatizantes, saborizantes y dosificantes de nicotina- no tienen una certificación de buenas prácticas de manufactura, no especifican cuáles son sus procedimientos de elaboración y se desconoce su efecto real en la salud o qué tan dañinas son las sustancias que inhalan los usuarios.