Las autoridades de Estados Unidos frenaron parcialmente la entrega de más recursos a México provenientes del Plan Mérida. La principal razón, el enojo que existe en el gobierno estadunidense por la emboscada a sus tres agentes de la CIA en Tres Marías y lo que se ha interpretado como una falta de voluntad política ante lo limitado de los resultados de las investigaciones del caso.

 

Funcionarios confirmaron lo anterior y explicaron que les fue informado que las agencias estadunidenses  encargadas de monitorear y auditar el dinero entregado a México, a través de ese programa, practicarán una revisión de algunos de los proyectos que debieron implementar, en principio, tanto la PGR como la Secretaría de Seguridad Federal, que se refiere a equipo y entrenamiento, principalmente.

 

“Existe en este momento mucha presión por parte de los americanos, ellos no logran comprender cómo un comando que identifican de la Policía Federal los atacó si lo han apoyado en el desarrollo de tecnología y entrenamiento”.

 

Por lo pronto, la decisión de Estados Unidos ya tuvo un primer impacto en las oficinas mexicanas. Desde la semana pasada, en distintas áreas de la PGR dedicadas, principalmente a tareas de inteligencia e investigación, se colocó equipo de apoyo  recién adquirido y que, según señalaron las fuentes consultadas, estaba en trámite desde el año pasado, pero no se había destrabado su adquisición hasta que se informó de la verificación que practicaría los estadunidenses en la Procuraduría. Algo similar ocurrió en la Secretaría de Seguridad Pública federal, en cuanto al equipo utilizado para practicar exámenes a los agentes, para entrenamiento y supervisión del personal.

 

El Congreso de Estados Unidos autorizó hasta ahora mil 600 millones de dólares para la Iniciativa Mérida que comenzaron a aplicarse en 2008 y que considera la implementación de reformas en materia de justicia, capacitación, entrega de equipo y mejoras en los sistemas de vigilancia fronterizos.

 

El malestar se incrementó ante la posición que hasta la semana pasada mantenía el gobierno de México sobre el ataque a los agentes de la CIA, en cuanto a que habría sido producto de una confusión entre los agentes federales.

 

Sin embargo, los resultados periciales analizados en Estados Unidos, las declaraciones contradictorias de los agentes federales que han comparecido ante la PGR y en las que han participado los agentes estadunidenses y las imágenes satelitales que tienen las agencias de inteligencia de ese país del punto en que se cometió el ataque, confirma para ellos que fue una emboscada por parte de agentes federales.

 

El gobierno de EU espera escuchar la explicación sobre las investigaciones y la postura que adoptará la PGR en el grupo de Contacto de Alto Nivel entre los dos países, que se lleva a cabo mañana en Washington DC.

 

Los recursos que ha destinado Estados Unidos a México no han sido auditados desde 2010, incluso se modificó el método para hacer esta revisión más efectiva y medir qué impacto positivo han tenido, si fueron adquiridos a precios adecuados y si se les da el uso que deben tener.

 

Algunos equipos que no necesitan ser auditados porque se entregaron directamente y que son, por ejemplo, los ocho helicópteros Bell entregados al Ejército, tres helicópteros Black Hawk a la Policía Federal y otros tres a la Armada de México, para el transporte rápido de personal para la lucha contra el narcotráfico y otras operaciones de seguridad.

 

También ha entregado escáneres, máquinas de rayos X y otros equipos no intrusivo de inspección para mejorar la capacidad de las revisiones de las Fuerzas Armadas y de Aduanas; se ha entrenado a personal en tareas especializadas tanto en México como en Estados Unidos y se abrió una escuela de entrenamiento en Veracruz para el  personal encargado de la vigilancia de las prisiones.