PARÍS. Una de las autoras del atentado fallido del pasado fin de semana en el centro de París con un coche cargado de tanques de gas y combustible que finalmente no explotó fue imputada hoy por crímenes terroristas en grado de tentativa.

 

La Fiscalía de París indicó que el juez inculpó a Ornella G. por los cargos de pertenencia a una organización terrorista con la intención de cometer crímenes y de tentativa de asesinatos terroristas en banda organizada.

 

Su pareja, un hombre de 34 años que había sido arrestado con ella cuando ambos circulaban junto a sus hijos por una autopista en el sureste de Francia, aparentemente en dirección a España, quedó hoy en libertad después de haber estado casi cuatro días en manos de los investigadores que lo interrogaban, precisó.

 

Ornella G. estaba fichada por los servicios secretos, que estaban al corriente de sus proyectos para viajar a Siria para integrarse en grupos yihadistas.

 

En cuanto a las pruebas de su implicación en los hechos de la madrugada del pasado día 4, el fiscal de París, François Molins, explicó ayer que sus huellas estaban en el Peugeot 607 abandonado a pocos cientos de metros de la catedral Notre Dame de París con cinco tanques de gas, tres botellas de gasóleo, un trapo embadurnado de combustible y un cigarrillo a medio consumir.

 

Todos esos elementos, según la policía científica estaban ahí para generar una explosión, y Molins dijo que los investigadores están convencidos de que las dos o tres miembros del comando que lo dejaron sin matrículas, mal aparcado y con las luces de emergencia puestas, querían cometer un atentado.

 

Hay elementos materiales que certifican que junto a Ornella G. se encontraba en ese momento allí Inès Madani, que es la hija del propietario del coche, de 19 años, y queda por confirmar que la posible tercera cómplice era Sara Hervouet, de 23 años.

 

Como la primera, Madani y Hervouet estaban fichadas por los servicios secretos por haber tratado de ir a Siria e implicarse en los grupos yihadistas que controlan parte de ese país.

 

Ellas dos fueron arrestadas el jueves por la tarde junto a una tercera mujer, Amel Sakaou, una madre de familia de 39 años que las alojó en su domicilio de Boussy Saint Antoine, a unos 25 kilómetros de París.

 

La policía dio con ellas gracias a la vigilancia a que eran sometidos sus teléfonos móviles, y eso les condujo también a la convicción de que estaban preparando una acción violenta inmediata tal vez para el mismo jueves, lo que precipitó su captura.

 

También fueron arrestados una hija de Amel Sakaou de 15 años y un joven con el que se había prometido Hervouet, Mohamed Lamine Aberouz, fichado por los servicios secretos y cuyo hermano está encarcelado por sus vínculos con el yihadista Larossi Abballa, que en junio pasado asesinó a dos funcionarios de Policía en el domicilio de estos en Magnanville, cerca de París.

 

La detención y el interrogatorio de Mohamed Lamine Aberouz cobra más sentido aún si se tiene en cuenta que Sarah Hervouet se había prometido anteriormente de forma sucesiva con Larossi Abballa y después de que este fuera abatido por la Policía tras su crimen, con Adel Kermiche, que el pasado 26 de julio mató junto a otro yihadista a un cura en una iglesia de Saint Étienne du Rouvray, en Normandía.

 

Según dijo ayer Molins, las miembros del comando estaban guiadas a distancia por miembros del Estado Islámico (EI) que se encuentran en Siria.

 

“Le Monde” y “France 2” precisaron hoy que estaban en contacto con un francés bien conocido por los servicios secretos, Rachid Kassim, que entre otras cosas fue el inspirador del asesinato del cura cometido en Saint Étienne du Rouvray.

 

De hecho, Kassim ha aprovechado la publicidad de los arrestos de las mujeres de este comando para lanzar mensajes a través de la mensajería Telegram e incitar a otros hombres a que tomen ejemplo y se decidan a cometer atentados. JMS