Quién iba a imaginar que los resultados registrados, hasta el momento, en los diferentes mercados en México y en gran parte del mundo serían tan positivos cuando la administración Trump iniciaría en enero su período de cuatro años de gobernabilidad.

 

 

Entre sus primeras acciones estarían el tema de la revisión comercial del TLCAN y con China, la construcción del muro, medidas más fuertes de migración, acabar con ISIS, el tema geopolítico con Corea del Norte, la desregulación bancaria, ambiental e industrial, derogar la ley de salud -el Obamacare- y la ley de infraestructura, entre otras.

Conforme han pasado los días, nos encontramos con que el Congreso de los Estados Unidos y algunos gobernadores han frenado el deseo, a veces, poco lógico de lo que busca interna y externamente la administración Trump. Parece que ha perdido fuerza en su gobernabilidad hasta ahora.

En México, iniciar el año con un fuerte aumento en el precio de la gasolina tuvo efectos rápidos en la confianza al consumidor, en protestas sociales y en las decisiones del Banxico. La incertidumbre acerca del riesgo de una desaceleración acelerada sobre la economía tuvo un impacto en el ánimo de los inversionistas y consumidores.

Pero la mancuerna económica de José Antonio Meade con Agustín Carstens, así como una menor presión sobre la magnitud y resultado de la revisión del TLC fueron mitigando el escenario “negativo”

.

Los mercados concluyeron junio con resultados muy positivos.

En divisas, el dólar perdió casi 6.6% frente a la canasta de divisas como el euro, la libra y el yen, entre otros. Inclusive, a pesar de ese inicio de “gran especulación y nerviosismo” de la moneda nacional, al cierre del semestre registra una apreciación de 12.6% para ubicarse en 18.15 a la venta el interbancario.

En la parte de mercado de deuda, por un lado, el Banxico tuvo que presionar la tasa de referencia al alza a niveles de 7.0% para frenar la depreciación cambiaria y el efecto inflacionario que aún está por alcanzar una “cima” en el tercer trimestre del año. Sin embargo, si vemos los portafolios con inversión en instrumentos con plazos mayores a un año, hay resultados positivos. El bono 2024 (bono a siete años) registró una baja de 68 puntos base, que significa un incremento en su precio, además del pago de cupones de 10% anual (efecto semestral). La tenencia de extranjeros en el mercado deuda ha crecido, aunque moderadamente. Lo estamos siguiendo.

Respecto al mercado accionario, en el año acumula una plusvalía de 9.23% nominal y de 24.93% medido en términos de dólares. Una bolsa en la que la tenencia de extranjeros ha seguido creciendo en el año y en donde las empresas de mayor capitalización volvieron a tomar la batuta en su crecimiento. Las ventas, el flujo operativo y la utilidad neta han sido positivos en muchas de ellas y parece que en el segundo semestre del año seguirán con ese vigor. De ahí que el índice de la bolsa esté muy cerca de sus niveles máximos históricos.

El tema político por ahora se mantiene “acotado”, aunque eso no significa que no estará pesando hacia los próximos meses necesariamente. Consideramos que sólo el riesgo de un cambio en el modelo económico tendría efectos directos en los mercados iniciando con el tipo de cambio. Pero eso lo veremos conforme transcurran los siguientes meses.