La “verdad histórica” sobre la presunta muerte e incineración de los 43 normalistas de Ayotzinapa que presentó la Procuraduría General de la República sólo levantó muchas dudas fundadas, consideró el director de Human Rights Watch (HRW) para las Américas, José Miguel Vivanco.

 

Vivanco dijo que el hecho de que la versión oficial está construida a partir de declaraciones de los detenidos, una hipótesis y en extrapolar los peritajes de laboratorio, genera escepticismo y dudas fundadas.

 

El martes, Murillo Karam dijo que para la PGR los 43 normalistas desaparecidos desde el 26 de septiembre pasado están muertos, luego de que fueran secuestrados, asesinados e incinerados por policías municipales de Iguala y Cocula en complicidad con sicarios del cártel Guerreros Unidos.

 

Por los altos niveles de corrupción y violencia en México es creíble el relato del Procurador Jesús Murillo Karam, no es inverosímil, pero aun así es difícil confiar en su palabra, consideró el director de HRW para las Américas.

 

Vivanco cuestionó esta versión al estar basada sólo por declaraciones, esto porque hay historial de confesiones obtenidas con tortura, presiones y apresuramientos, lo cual relativiza lo dicho por los sicarios de Guerreros Unidos, sobre todo porque no hay respaldo de un grupo independiente como los forenses argentinos o el grupo interdisciplinario de la Comisión Interamericana de derechos Humanos.

 

Por eso, lo que presentó Murillo “no es una verdad histórica, es una versión oficial de lo ocurrido”, concluyó Vivanco.