Un prisionero de Cancún se fugó durante la madrugada, tras zafar un barrote del baño de su celda y emplear dos mantas para brincar las concertinas.

 

Raúl Pérez Palma, sentenciado por dos robos en 2016, consiguió escapar por la puerta principal del penal, entre la bulla de los otros reos y sin ser detectado por ninguno de los custodios en turno, tanto de las torres, como del resto de las instalaciones.

 

Policías ministeriales realizan las investigaciones necesarias para determinar cómo pudo escapar Palma sin ser visto y verifica la labor de los custodios.

 

Con información de medios.

 

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