El Sistema de Adquisición de Datos y Control Supervisorio (Scada) es un software que utiliza Petróleos Mexicanos (Pemex) para monitorear lo que sucede, en tiempo real, en el almacenamiento, transporte y distribución de los hidrocarburos; sin embargo, dicho sistema está rebasado porque es burlado por integrantes del crimen organizado, en complicidad con trabajadores de la empresa, afirmaron consultores y disidentes del Sindicato de la petrolera.
“Se requiere aplicar otro sistema porque ya lo burlan (el Scada). Generalmente instalan dos válvulas clandestinas, entonces es más difícil dar con ellos, e incluso, con las tomas”, consideró Rubén Salazar, director de Etellekt, consultoría en comunicación y riesgos en una entrevista con 24 HORAS.
Indicó que hay otros programas que podrían servir para reducir el robo de hidrocarburos, como el que realizan los llamados huachicoleros. “Por ejemplo, hay sistemas que se introducen en los ductos como unas esponjas y cuando éstas detectan algún orificio (en el ducto) se pegan y lo tapan”.
Por separado, Santos Juan Olivo Hernández, abogado de la disidencia de Pemex (La Gran Alianza Nacional Petrolera), aseguró que Scada debe renovarse.
“Primero tiene que optimizarse, segundo verificarlo y tercero, que un órgano externo lo vigile, lo ideal sería que fueran las instancias académicas o un instituto de carácter civil que verificará la veracidad y la precisión del manejo de la información”, expuso a 24 HORAS.

 

 

Infografía: Xavier Rodríguez

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Respecto al robo de hidrocarburos por parte de los huachicoleros manifestó que son los trabajadores de confianza los que proporcionan información sobre la presión de los ductos.
“Ellos les indican en qué parte tienen que realizar la perforación, saben perfectamente el grosor y la dimensión que tiene el tubo, lo que tenemos es una fuga de información, es indispensable que se realice una investigación por parte de las autoridades (de la PGR)”,  refirió.

 

 

 

 
De acuerdo con Pemex, Scada funciona en todo el territorio nacional. Además, rechazó que éste sea burlado en complicidad con el crimen organizado.

 

 

 
No obstante, según el estudio Robo de Hidrocarburos, Mirada Legislativa, número 81, del Senado de la República, las tomas clandestinas detectadas de 2000 a 2016, se incrementaron al pasar de 152, en 2000, a 6 mil 873, en 2016. Además, el estudio El robo de combustible en México en el contexto del narcotráfico: una vía alternativa de financiación, publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos, 80% de la gasolina robada llega a las propias franquicias de Pemex, según informó 24 Horas en su edición del 10 de mayo pasado.

 

 

 
En tanto, Mario Alberto Rincón, presidente de la Comisión de Seguridad Pública en Puebla,  admitió que para concretar una ordeña o robo en los ductos, se requirió de la participación de un mal funcionario.

 

 

 
“Todo el tema de la ubicación, de dónde pasaban los ductos, es obvio que  tuvo que haber provenido de los trabajadores. Ese delito lo debemos enfrentar con toda la fuerza del Estado y que a su vez se vayan deslindando las responsabilidades de quienes pudieron haber incurrido en su participación”, estimó en una entrevista con 24 HORAS.

 

 
Resaltó que no se debe dejar de lado línea de investigación alguna, “finalmente hay un hecho consumado que es el robo de combustible, e insisto, ha trastocado el tejido de toda esta región”.