La comparecencia del jefe delegacional de Cuauhtémoc, Ricardo Monreal en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, provocó un enfrentamiento verbal protagonizado por la diputada Cynthia López, del PRI, quien acusó que hubo arreglos “en lo oscurito” entre las fracciones parlamentarias para no cuestionar las acciones del delegado.

 

 

Entre gritos, reclamos y disculpas, que al final de  la jornada terminaron con un saludo entre ambos protagonistas, el otrora gobernador de Zacatecas se dijo acostumbrado a este tipo de ataques y lanzó un llamado para no sustituir el debate de ideas con “descalificaciones torpes”.

 

 

 

Alrededor de las 11:40 horas, comenzó la comparecencia del delegado ante la Comisión de Administración Pública local. Con la bienvenida del diputado Adrián Rubalcava y de otros legisladores,  Monreal Ávila presumió que durante su gestión no hay subejercicio en ningún rubro y aseveró que se instaló una nueva cultura de transparencia.

 

 

 

Los principales retos que afrontará la delegación Cuauhtémoc para 2017, dijo, tienen que ver con el abastecimiento de agua, seguridad pública y movilidad.

 

 

 

Al término de su intervención, el primero en tomar la palabra para cuestionamientos fue el diputado del Partido Encuentro Social (PES), Carlos Alfonso Candelaria, sin que sus preguntas causaran desdén en el funcionario que en múltiples ocasiones ha manifestado su intención de ser jefe de Gobierno.

 

 

El siguiente en la lista fue Luis Gerardo Quijano, del PRI;  durante su intervención, la diputada Cynthia López pidió la palabra, sin embargo, no se le permitió hacer las preguntas que tenía formuladas para el delegado.

 

 

Ante esta negativa, López se levantó de su silla y reclamó directamente al priista Adrián Rubalcava el haberle negado su participación y acusó que los grupos parlamentarios hicieron un arreglo “en lo oscurito”, para no afectar al jefe delegacional con los cuestionamientos.

 

 

 

“Son acuerdos en lo oscurito lo que están haciendo y llegaré a las últimas consecuencias porque a mí nadie me calla la boca”, reclamó la diputada.

 

 

Ante las acusaciones, José Manuel Delgadillo, del PAN, aseveró que la razón por la que no se le dio la palabra a la diputada se debe a que no fue solicitada de acuerdo al formato, que consiste en la emisión de un oficio formal.

 

 

Después del altercado, cada diputado aprovechó para buscar la forma de disculparse, desde Rubalcava, hasta Quijano, pasando por José Manuel Delgadillo y Juan Briones, del Movimiento Regeneración Nacional (Morena). López Castro salió de la comparecencia y, mientras se daban los mensajes finales, vecinos de la delegación le gritaron “ratero” a Monreal.

 

 

Al respecto, el jefe delegacional de Cuauhtémoc declaró no sentirse asustado por esas “manifestaciones callejeras” y mencionó que su comparecencia fue utilizada por la diputada para figurar en la lucha por ser presidenta de su partido.
A pesar de las acusaciones, al término del acto y ya en una sesión de preguntas y respuestas, la despedida de beso y un “somos amigos” dio fin al pleito.