Compartir en Facebook imágenes de perros y gatos en adopción se volvió una práctica muy común entre los animalistas desde hace un par de años, y aunque es una actividad reciente a la que algunos califican de “pura moda”, lo cierto es que de alguna forma ayuda a que algunos animales encuentren un hogar.

 

Así lo dice Erik Limón, protector animal independiente, quien el año pasado dio en adopción a 112 perros y gatos, de los cuales 10 fueron gracias a la difusión por esta red social.

 

Erik asegura que muchas personas lo hacen sólo para participar en el mecanismo, igual que compartir imágenes de movimientos sociales como #YoSoy132, sólo es un apoyo de dedo, “revolucionarios del monitor o protectores de compartir”, dice.

 

El principal problema de esta situación es que muchas personas sólo dejan su apoyo en compartir la imagen, pero no le dan un seguimiento, pero esto no es un asunto menor ya que sirve de mucho para concientizar a las personas para que no abandonen a sus mascotas, pues gran parte de los perros y gatos de la calle están ahí porque no hay suficiente cultura de mascotas en el país.

 

Recordemos que desde 1994, la Organización Panamericana de la Salud cambió el término de “perro callejero” a “perro de dueño irresponsable”, pues de los casi 30 millones que la Secretaría de Salud estima que hay el país, más de 10 millones viven en las calles porque fueron abandonados.

 

Aunque las redes sociales sí han tenido un impacto en la protección animal, las principales formas de conseguir familias adoptantes siguen siendo páginas como busca fusca, animalistas.com y buscahogar.com, además de las ferias de adopción y la pega de carteles.

 

Los activistas que comparten estas imágenes para adopciones también se encargan de informar de la importancia de la esterilización y verifican que las familias que deciden tener una mascota sean las adecuadas para tener a un animal en su casa, pues muchas veces adoptan por sus hijos y cuando estos dejan de cuidarlos, los echan a la calle.

 

Ese es el principal objetivo de su presencia en las redes, asegura Erik Limón, que haya una presencia animalista, que las personas sepan que hay gente trabajando por perros y gatos de la calle.

 

Otra función es el apoyo entre protectores para conseguir entre ellos hogares temporales y ayuda para realizar rescates de animales heridos o desnutridos, rescates que implican gran cantidad de gastos veterinarios y en alimento que siempre salen de sus propios bolsillos.

 

 

 

 

Así, el uso del Facebook tiene un fuerte impacto para ayudar a animales ubicando a los que están más indefensos en situación de calle porque acaban de echarlos de su casa, a los que se encuentran heridos o a los recién nacidos que no podrían sobrevivir sin su ayuda.

 

Esta coordinación entre protectores es la que hace un cambio significativo gracias al uso de facebook que hace unos años no se tenía.

 

 

Sin embargo, no es igual de efectivo para conseguir concretar adopciones, pues aunque ahora se adoptan 10 animales más de los que se adoptarían sin las redes sociales, la verdad es que hace falta más compromiso por parte de los usuarios, “la gente comparte las fotos para ponerse el sombrero de buena gente, a veces para socializar, pero no dan seguimiento a las imágenes que comparte, eso en realidad no nos ayuda”, asegura el animalista.