La Luna cambió de anaranjada a un color rojo sangre la madrugada del martes en un eclipse lunar total que pudo verse en todo el continente americano, según los expertos de la agencia aeroespacial estadounidense (NASA).

 

El fenómeno, el primero de una tétrada de lunas rojas que se repetirá prácticamente cada seis meses de aquí a octubre del próximo año, se produjo durante unas tres horas a partir de las 07.06 GMT y duró algo más de 75 minutos, informaron los expertos.

 

Es un fenómeno que no es extraño pero poco frecuente. La vez anterior se produjo el 10 de diciembre de 2011, pero antes del Siglo XX, hubo un período de 300 años en el que no hubo Lunas rojas, afirmó el experto en eclipses de la NASA Fred Espenak.

 

En Norte y Suramérica, donde la Luna se vio de manera más prominente, los espectadores pudieron ver el espectáculo con binoculares, telescopios y pudieron sacar fotografías.

 

Los eclipses totales de la Luna se producen cuando hay un alineamiento casi perfecto entre el Sol, la Tierra y la Luna, al proyectar la Tierra su sombra sobre el satélite cuando está en fase de luna llena.

 

Sin embargo, la Luna no desaparece totalmente de la vista, sino que se tiñe de rojo, porque la atmósfera de la Tierra filtra la luz solar y deja pasar solo el rojo, que se proyecta sobre la Luna.

 

El espectáculo sólo ocurrirá siete veces en este siglo y la última vez que tuvo lugar una serie de cuatro eclipses lunares totales ocurrió en 2003 y 2004.

 

La pasada madrugada el llamado eclipse penumbral comenzó a las 04.53 GMT, para dar paso a las 05.58 GMT al eclipse parcial.

 

El eclipse total empezó a las 07.06 horas GMT y el apogeo, el momento más espectacular del eclipse, se produjo a las 07.47, para concluir a las 08.24 GMT.

 

La finalización total del fenómeno, cuando la Luna salió totalmente del cono de sombra de la Tierra, fue a las 10.37 GMT.

 

En América del Norte y del Sur, así como en el Caribe, el espectáculo del paso de una luna anaranjada brillante a un rojo intenso y luego a un marrón oscuro, pudo verse desde comienzo a fin, pero en Australia y el Pacífico Occidental sólo se pudo apreciar la segunda parte del eclipse.

 

En el caso de Norteamérica, en gran parte del continente no se pudo apreciar la luna roja debido al tiempo lluvioso y las nubes, pero en ciudades como Los Ángeles (California), Dallas (Texas) y Denver (Colorado) se registraron condiciones óptimas para su observación.

 

Este fenómeno ha estado asociado a lo largo de la historia de muchas supersticiones y referencias a profecías sobre desastres naturales de gran magnitud.

 

Desde las 07.00 GMT y durante tres horas la NASA transmitió en directo el fenómeno en su página web.