En la semana la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) dió a conocer el aumento en el precio de la gasolina para este 2017.

 

Desde el primero de enero, la gasolina magna comenzó con un precio de $13.98 por litro y terminó en $15.99; la premium pasó de $14.81 a $17.79, mientras que el diesel dejó de costar $14.63 para ahora ser vendido a $17.05 por litro.

 

Estos precios son un promedio nacional, ya que el país está dividido en 90 regiones geográficas y en cada una de ellas existe un precio distinto.

 

La gasolina más barata se puede comprar en la región de Veracruz, a 15.33 pesos; la más cara se encuentra en la región de El Castillo, en el estado de Jalisco, donde la gasolina premium tiene un precio de 18.41 pesos por litro.

 

Esto significa un incremento en el precio de la gasolina de hasta en un 20 por ciento.

 

A partir de esto, algunos proponen dejar de usar el automóvil, cambiarlo por bicicleta o caminar, incluso darle una oportunidad al transporte público.

 

El problema es mucho más profundo, pues con este “gasolinazo” los afectados no serán únicamente los automovilistas sino todos los mexicanos.

 

José Antonio Meade, titular de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), afirmó que el costó del trasporte no tendría que aumentar pues existe un estímulo fiscal a este sector que radican en la devolución del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) que se cobrará al diésel.

 

“Ese elemento de apoyo al transporte público formal, que estaba presente antes y que se mantendrá presente, ha permitido absorber los incrementos en el precio de la gasolina sin que impacte a la estructura de precios del transporte público, por lo que no tendría por qué aumentar”, apuntó.

 

Sin embargo, el golpe a los bolsillos también será para aquellos que usan transporte público y privado, porque microbuses, combis, autobuses y taxis utilizan gasolina o diesel.

 

Es casi un hecho que el costo del pasaje y banderazo incrementará para poder cubrir el costo de llenar los tanques de gasolina.

 

Tal es el caso de servicios como Uber, que han anunciado el cambio de sus tarifas en consecuencia directa del alza a los combustibles.

 

Por otro lado, todo lo que consumimos, desde frutas, verduras, carne, leches y demás alimentos, hasta libros, ropa y tecnología, todo absolutamente necesita de gasolina o diesel para ser producido y transportado para llegar hasta nuestras manos.

 

La Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo aseguró que los precios de la canasta básica subirán como consecuencia del alza de la gasolina.

 

Enrique Solana, presidente de la organización, ha mencionado que “el incremento de hasta 20 por ciento en la gasolina, provocará un aumento en los precios de la canasta básica, pues afecta a toda la cadena productiva y el impacto mayor será en el precio final, el cual recae sobre el consumidor que verá reducida su capacidad de compra”.

 

Esto significa que al aumentar el costo del combustible también aumentará el de la producción, transporte, distribución de los alimentos que consumimos.

 

Otros productos como la vestimenta y muebles, también se verán afectados.

 

Este “gasolinazo” más el precio del dólar, puede afectar las finanzas de cada mexicano, pues se encuentran con la desventaja de que, como siempre decimos, todo sube menos el salario.

 

La Secretaría de Economía (SE) anuncio que las variaciones en los precios de los combustibles, sean a la alza o la baja no tienen efecto directo en los precios de los productos de la canasta básica.

 

En este sentido, la dependencia ejemplificó que un aumento de 16.5 en el diesel, no implica un incremento igual o mayor en el coso de un kilo de tortillas, huevo o un litro de leche.

 

En un comunicado informo que el gobierno federal está lista para utilizar todos los instrumentos con los que cuenta para contener aumentos y justificados a los precios de este tipo de bienes.

 

Ello ante la preocupación en todo el país respecto al impacto en el costo de los combustibles tendrá en los precios de los productos básicos.

 

Reacciones

 

 

Andrés Manuel López Obrador, líder nacional de Morena, afirmó que la culpa del alza en el precio de la gasolina es culpa de la reforma energética.

 

Ricardo Anaya, líder nacional del PAN, aseguró que el aumento al precio de la gasolina es un duro golpe a la economía familiar y pidió al gobierno federal buscar otras alternativas para determinar el costo del combustible.

 

“Es indispensable buscar alternativas para evitar que estos aumentos tengan un impacto inflacionario que se traduzcan en un deterioro de la capacidad económica de las familias”, indicó.

 

El senador del PAN, Roberto Gil Zuarth, apuntó que la reforma energética no tiene nada que ver con el alza en el precio de la gasolina.

 

Alejandra Barrales, líder del PRD, también se pronunció en contra del gasolinazo e incluso hizo un llamado a la ciudadanía para salir a las calles y protestar en contra de la medida anunciada por la Secretaría de Hacienda.

 

El gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, fijó su postura en contra del alza al precio del combustible y aseguró que próximamente su gobierno anunciará medidas ante el gasolinazo.

 

Los que se pronunciaron a favor del aumento están Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI, Rafael Pacchiano, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y por supuesto, el secretario de Hacienda José Antonio Meade y el presidente Enrique Peña Nieto.